sábado, 22 de octubre de 2016

GUERRA, EN PROSA Y EN VERSO

Marte de Todi (Italia)
Queridos lectoras y lectores:

Uno de nuestros amigos, Goulet Petere, residente en Pennsilvania (USA), escribe poesía, firmando con el pseudónimo de Poet Peter, y, al saber que los protagonistas de nuestra novela "Caballos de Octubre" eran militares, nos ha obsequiado con un poema.

Este poema, según su autor, está inspirado en la angustia de la guerra. Él se refería a los campos de batalla de la cruenta guerra civil que asoló su país en el siglo XIX, pero, como podréis comprobar al leerlo, si cambiamos de siglo y de continente, puede ser igualmente adecuado para cualquiera de las guerras civiles que tuvieron lugar entre romanos a lo largo del siglo I antes de Cristo; y no sólo a la que enfrentó a los partidarios de César Octaviano (Augusto) y de Marco Antonio, que es la que acababa de terminar cuando tuvieron lugar los hechos que el narrador nos cuenta en "Caballos de Octubre"; sino también a las que años antes habían enfrentado a los partidarios de Julio César y de Pompeyo; o antes incluso, a los de Sila y Mario.

Nuestro amigo norteamericano ha escrito sus versos en inglés, y, a continuación, los compartimos con vosotros, en versión original y también traducidos al español.

Logs of prosaic war"

The epic battle was Prosaic at its worst, each soldier in the sweltering heat, cottonmouth, thirst.
In the heat of the day they fight for any positive position,
At night they pray a possible last, act of contrition.
But through the smoke, screams, smell and horrors, of such hellish days of war,
They hope and pray, that one day, their life will have rhythm and rhyme once more.
Poet Peter E.

“Apuntes de una prosaica guerra”
Lo prosaico derrotó a la épica batalla, cada soldado en el calor sofocante, boca seca como esparto, sed.
En el calor de la contienda, luchan por cada posición.
En la noche, oran, posiblemente arrepintiéndose por última vez.
A través del humo, los gritos, el hedor y los horrores de esos infernales días de guerra, esperan y ruegan que, algún día, sus vidas puedan recuperar el ritmo y la rima.
(Traducción: T. Piquet)

Para ilustrar esta entrada, os traigo, como no podía ser de otra forma, una escultura de Marte, dios de la guerra.



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