jueves, 29 de marzo de 2018

CONTRA VIENTO Y TEMPORAL

Página web de la red de bibliotecas municipales de Cáceres (España)
Queridos lectores:
Os debíamos una crónica de la presentación de "Caballos de octubre" en Cáceres, que, como recordaréis, tuvo lugar el pasado día 28 de febrero.
- No sabemos qué habrás estado haciendo para no publicarla hasta ahora - me dice Prisca, asomando la cabeza desde la cocina.
- He estado muy atareada - le digo.
- Pues yo también lo estoy ahora, y no por eso dejo de estar pendiente también de lo que estás haciendo -
- Es que esta abuela puede estar en todas partes y estar al cabo de todo - cuchichea uno de los legionarios que han venido esta tarde con Sereno.
- Que te he oído, Cayo... A ver qué andas rumiando,... que se lo cuento a tu suegra - amenaza Prisca desde la cocina.
- Sí, Flaquilla - me dice Sereno - Es cierto que debíamos la crónica a los lectores, pero hoy habíamos quedado en que trabajaríamos en mi siguiente volumen de comentarios...
- ¡Yo estaba primero! - exclama Prisca - Que hace días que esta moza y yo nos habíamos puesto de acuerdo para hacer tortas morenas... Y ahora que me doy cuenta, tienes un buen montón de restos de pan duro, así que también vamos a hacer migas,... o, si no, casi mejor, bollitos... ¿Dónde está la leche?... Seguro que el centurión ése que parece un armario de tres cuerpos ha andado por aquí, porque no hay manera de encontrar nada a la primera en esta cocina... ¡Con lo bien ordenada que la dejé la última vez que vine!
- Querida... - me llama el tribuno Galo desde el piso de arriba, asomándose por el hueco de la escalera - ¿Puedes subir a la biblioteca y ayudarme a encontrar "La Eneida"?
- ¿Alguien quiere algo más? - les digo.
- Tu madre al teléfono - me dice, con una sonrisa angelical, el centurión Martino, tendiéndome el auricular.
- ¡¿Que has atendido la llamada del teléfono?! - me asombro.
- Pues claro... Esto de los chismes parlantes es muy fácil,... en cuanto les coges el tranquillo... Y como no paraba de sonar, pues,... - añade, encogiéndose de hombros y agitando el auricular, para que me levante a cogerlo.
Después de un buen rato tratando de dar a mi madre una buena excusa de porqué había tardado tanto en coger el teléfono, y de tratar de explicarle quién era "ese secretario tan simpático" que le había contestado, vuelvo con vosotros, amigos.
Plaza Mayor de Cáceres (Foto: T. Piquet/2018)
Llegué a una ciudad de Cáceres azotada por los peores temporales del invierno, con mucho frío, lluvia incesante y fuertes vientos, con rachas que sobrepasaban con creces los 60 Km/h.
- ¿Eso qué significa, contubernal? - le pregunta un legionario a otro.
- Mucho viento, Cayo. De arrebatacapas, vamos.
Nubes de temporal sobre los palacios cacereños (Foto: T. Piquet/2018)
Pero eso no me echó atrás: aunque el paraguas prácticamente sólo sirviera para que te lo rompiera el vendaval, me pertreché bien con ropa de abrigo e impermeable, y unas buenas botas de agua, y ¡a la calle!, después de dejar mis cosas en el hotel...
Torres, iglesias y palacios de Cáceres (Foto: T. Piquet/2018)

- Ésta parece de los nuestros - dice uno de los centuriones, con un guiño.
- Voy a proponer que la adoptemos como mascota - dice otro.
- Os estoy oyendo, queridos - les regaño - Menos bromas, que los lectores lo ven todo... Esa misma tarde, antes de que anocheciera, fuimos... Sí, lectores, ellos me acompañaron... Fuimos a presentar nuestros respetos al Genio de la Colonia, que actualmente reside en el Museo Arqueológico de la ciudad.
El Genio colonial romano (Foto: T. Piquet/2018)
Al día siguiente, más turismo por la impresionante ciudad monumental, y, sobre todo, a disfrutar de la gastronomía cacereña, desde el desayuno a la cena, comenzando por la tradicional y dulcísima "técula mécula", 
"Técula mécula" (Foto: T. Piquet/2018)
acompañada de café; siguiendo por los garbanzos con chorizo picante y las migas, regados con buen tinto extremeño; y terminando con pescado (tenca) local, asado y acompañado con ensalada, para cenar algo "ligerito", aunque el frío y el esfuerzo para caminar contra el viento, arriba y abajo por las calles en cuesta de la ciudad antigua, "baja" casi cualquier cosa que se coma.
Palacio de la Isla (Foto: BPM)
Conocimos al estupendo equipo de la Biblioteca Pública Municipal, y "retocamos" el Power Point de la presentación, para adaptarlo al software de sus ordenadores, dejándolo todo listo para la tarde.
El tiempo fue de mal en peor a lo largo del día, con alerta por los fuertes vientos (que aullaban a la vuelta de cada esquina) y la abundantes y continuas lluvias, y estuvimos a punto de cancelar el acto. Pero, en reconocimiento al esfuerzo que hicieron para venir los pocos asistentes, le dije a la Directora de la Biblioteca, que iba a presentarme al público, que seguíamos adelante con lo previsto. Empezamos algo más tarde de la hora fijada, por si llegaba alguien más (como, en efecto, sucedió), en la bonita sala de actos del Palacio de la Isla, la antigua capilla del mismo, adaptada para su nueva función.
Sala de actos del Palacio de la Isla (Foto: T. Piquet/2018)
Resultó muy bien, y volví, - acompañada por una virulenta continuación del temporal -, dejando en Cáceres nuevos lectores y personas interesadas en las andanzas de mis personajes.
Un momento de la presentación (Foto: C. Barrantes/2018)
Mi más sincero agradecimiento a Carmen Barrantes, Jefa de Documentación y Archivo Administrativo del Ayuntamiento de Cáceres, por la excelente organización, la cobertura de medios (fuimos noticia en las secciones culturales del diario Hoy, tanto en edición papel, como en su web; del Región Digital y del noticiero "A vuela pluma") y por haber aceptado el compromiso de presentarme al público. A Pilar Bacas, por su simpatía y sus atinadas preguntas al término de la presentación, así como por haber afrontado el mal tiempo para venir a escucharnos, a pesar de tener una rodilla lesionada; y a Ángel Hernández, el último en llegar, que animó el ambiente con su conversación, pues se alegró mucho de que aquello no fuera un recital poético, como pensaba, sino una charla sobre novela histórica, que le gusta mucho más. Bueno, y también a su amigo Paco, que aunque no estuvo, fue como si hubiera estado...
- Y a nosotros, ¿qué?, ¿que nos parta un rayo? - gruñe uno de los centuriones.
- Eso está precioso - dice otro, en el mismo tono.
- A ver, queridos, ¿a qué vienen esos comentarios?
- ¿Cómo que "que a qué"? - exclama Martino - Que nos tuviste tres días arriba y abajo por la ciudad que está ahora encima de la Norba que nosotros conocimos... Y una tarde larga de guardia en la puerta de aquel palacio, cayendo chuzos de punta y con unos vientos desatados... Y recogiéndote bien entrada la noche,... que después de acompañarte a la hospedería, mis hombres y yo teníamos que volver a los cuarteles,... que te recuerdo que caen justo por el otro lado...
- Tienes razón, Martino... Te volvió a tocar estar de guardia... Y hacerme de guardaespaldas.
- Lo malo - murmura Martino -... Lo malo es que nos creímos darte escolta sería cosa de un paseito de nada... Pero quía: sólo parabas lo mínimo imprescindible para comer... Y ahora para aquí,... luego para allá,... después vuelta por aquel lado,... y otra vez cuesta arriba y cuesta abajo... Con esas ropas modernas, claro, tú no te mojabas, pero mis muchachos y yo acabábamos empapados, y deseando que te cansaras, o que decidieras que ya era hora de irte a dormir.
Vista nocturna de las murallas, bajo la lluvia (Foto: T. Piquet/2018)
- Sí, mi centurión, pero no se cansa nunca,... y mira que es poca cosa - dice el legionario Cayo.
- Y dormir... ¡Nunca ve la hora!... Pareciera lechuza - dice el legionario Tiberio.
- Pero al otro día, bien temprano que estaba ya reclamando la escolta - gruñe el legionario Capito.
- Porque es una descendiente de mujeres romanas... ¡Seguro! - les dice Prisca asomándose a la puerta de la cocina con el cucharón de palo en la mano - Que son vuestras madres y vuestras esposas las que os aguijan, caterva de flojos... Si no hubiera sido por nosotras, que íbamos detrás dándoos con la caña, enseguida ibais vosotros a conquistar nada más allá de los huertos del Trastévere, mantas mojadas.
- ¡Querida!... ¿Subes ya a ayudarme con "La Eneida"?


Las fotografías que ilustran esta entrada son mías, tomadas en Cáceres (España), entre los días 27 de febrero y 1 de marzo de 2018; excepto la imagen de la portada del Palacio de la Isla, que es cortesía de la Biblioteca Municipal de Cáceres, y la foto tomada durante la presentación, que agradezco a Carmen Barrantes. En mis redes sociales (Facebook, Twitter e Instagram) pueden verse más fotos de esos días.



domingo, 18 de marzo de 2018

INVIERNO TARDÍO Y PRIMAVERA A LAS PUERTAS

Caballos en la nieve (Foto: Zoltan Madacsi)

LOS LECTORES SIGUEN OPINANDO

Queridos amigos:

Este año, el invierno parece que no quiere dejarnos, aunque ya por estas fechas deberíamos tener la primavera a las puertas.
Por su parte, a pesar de las inclemencias del tiempo, Sereno, la Legión X y la novela “Caballos de octubre” siguen conquistando lectores y ganándose las simpatías del público. A través de las redes sociales y del correo electrónico nos llegan comentarios, opiniones, críticas y reseñas, todas más que positivas y favorables. Hoy, les cedemos la palabra a esos lectores.

Primero, recordamos los comentarios de la editora del blog Susurros de Bibliotecas, del que, en su momento, publicamos el enlace a la estupenda reseña que nos hizo. De todas formas, para refrescaros la memoria, aquí la tenéis de nuevo:

Susana, publicó en Twitter: “Caballos de octubre, gran debut literario de @Teresa Piquet @GoodBooksEd y del centurión Sereno, protagonista de la saga.”
Y me comentó por e-mail: “Muchísimas gracias por hacerme disfrutar tanto con Sereno y Cornificio, ha sido un placer leer esta novela y reseñarla. Espero que pronto podamos disfrutar de la segunda parte.”

Asimismo, su reseña generó reacciones favorables y comentarios en nuestra página de Facebook:
-        Betsy Salva: “Buenísimo”.
-        José Miguel Reyes: “Magnífica reseña para una novela que deseo leer pronto.”
-   Natalia Henares: “Es que llegará al fin del mundo,… como Sereno, nuestro inquisidor en Caballos de Octubre. Mi enhorabuena de nuevo Teresa Piquet y,… a seguir cosechando éxitos.”.
 
Caballo en la nieve (Foto:Erika B.)
Juan Antonio Garrido:
Que a una común amiga le dijo: “¡Qué bien me lo he pasado!”, me envió hace poco un mensaje en estos términos: “Ávido de conocer las nuevas aventuras de nuestro personaje”.

Lola Díaz:
“Tengo que darte una buena noticia y es que la semana pasada terminé de leer tu novela. Mi enhorabuena más sincera. ¡Me has impresionado mucho! La facilidad con que recreas la vida en el campamento militar. La cantidad de detalles que aportas de la vida cuartelera, pero sobre todo, me encanta el humor que derrochas en los diálogos. Me gustó mucho el principio de la novela y me ha encantado el final. Todo termina bien. Me has dejado con muchísimas ganas de leer la próxima; donde por lo que adivino no faltará la guerra. Gracias por acercarme a esa época fascinante. Deseo que todo tu trabajo, pasión y esfuerzo, sean recompensados con muchos lectores y libros vendidos.”
En su carta, Lola también me dice que ha recomendado el libro a sus compañeros de trabajo; y que se lo va a pasar al coordinador de su Club de lectura, para ver si propone la novela para las actividades del mismo.

Alejandro R.T.:
“El título y la portada incitan a leer”.

Esther Morera (@Thermb77):
“Me ha gustado mucho esta entrevista que plantea @TeresaPiquet para presentarnos a una de sus protagonistas de una manera muy original".

Sergio Maza Padilla (@Padillasermapa):
“Hola de alguna manera voy a leer este libro”.

Caballos en Islandia (Foto: National Geographic)

María (Yoga Sadhana):
“Me ha gustado mucho. Está muy bien. Es muy entretenida y divertida. Me la he leído prácticamente del tirón… Se la he pasado a mi suegro, que fue militar, porque seguro que le gusta”.

Jessica (no figuran sus apellidos):
“Me encanta este libro”.

Lucien (no figuran sus apellidos):
“Te sucede con un libro del que nunca has oído hablar, leerlo, y te encanta absolutamente”.

Adan (no figuran sus apellidos):
“Me encanta TERESA PIQUET, este libro Caballos de octubre es simplemente precioso. Gracias!!!”

También en el farragoso y peculiar “universo Amazon” aparecen algunos comentarios sobre la obra: un usuario/a habitual de Amazon (España), que se identifica como Cliente Amazon y suele reseñar sus lecturas, califica el libro con 4 estrellas y como “interesante e ingenioso”, y dice de él: “Buen libro que va desmenuzando la trama poco a poco, además mantiene en todo momento la atención del lector. Muy amena.”

Caballos en Peñalara (Foto: Diputación de Segovia, España)

- ¿Ves?, ¿qué te dije, contubernal?... Que los modernos nos están cogiendo cariño - dice el centurión Martino, el oficial más guapo de las Hispanias.
- Parece que sí, que les están gustando mis comentarios - dice Sereno, nuestro narrador.
- ¡Ah!,... pero si estabais ahí...
- ¿Lo dudabas, Flaquilla?
- Empezaba a dudarlo, porque lleváis varios días sin dar señales de vida.
- Precisamente: hemos estado de luto.
- ¡¿Quién ha muerto?!
- ¡Qué flaca memoria tenéis los modernos! - exclama Martino, con afectación teatral.
- Han sido los idus de marzo, Flaquilla - me recuerda Sereno - Y en la Legión X se sigue honrando la memoria de Julio César, que murió asesinado en esa fecha.
- Cierto, queridos. Los antiguos idus del mes dedicado a Marte coinciden con el actual día 15 de marzo (queridos lectores: podéis ver las entradas anteriores sobre este caso en el archivo del blog), fecha en la que se cometió el magnicidio contra el entonces Pontífice Máximo y Dictador de Roma, Cayo Julio César. Pero ya estamos a 18 - añado, en tono de cariñosa regañina.
- Es que los días siguientes eran funestos, así que mejor no salir de viaje - comenta Martino.
- Y llovían chuzos, ¿no?
- ¡Qué temporales! - dice Sereno - No hay manera de acabar el día con el uniforme medianamente seco.
- ¡Yo estoy desesperado! - se queja Martino - No sé cómo escurrirme la túnica,... no hay forma de secar bien la ropa,... y si no para pronto de llover, se me va a apulgarar el uniforme puesto...
- Se queja mucho porque le está tocando supervisar guardias una tras otra - me dice Sereno.
- Sí, eso. Soy el centurión que más turnos de guardia chupa últimamente... Y no soy el único centurión novato.
- Pues no haberte indispuesto con los principales - Sereno se encoge de hombros.
- ¡Pero si yo lo que pretendo es todo lo contrario! ¡Lo que quiero es ganarme sus simpatías y sus recomendaciones!
- Pues ya has comprobado que erraste el camino, hermano.

 Las bonitas imágenes que ilustran esta entrada con "caballos de invierno" son las siguientes:
- Manada de caballos corriendo sobre la nieve, de Zoltan Madacsi (enviada por nuestra lectora E. Henares).
- Imagen invernal de caballo negro, publicada por Erika B. en la página Horses (muy recomendable para todos los amantes de los caballos, por la variedad y belleza de las fotografías que publican).
- Manada de caballos de Islandia, caminando por un glaciar, publicada por National Geographic.
- Yeguas y potros en los campos nevados de Peñalara (Segovia, España), publicada en un calendario de la Diputación Provincial de Segovia.