EL PASADO DESDE EL PRESENTE

CÓMO SE VE EL PASADO DESDE LA ÉPOCA CONTEMPORÁNEA

Imágenes del pasado desde el presente 

En muchas de nuestras entradas iremos mostrando diferentes visiones del pasado de época romana elaboradas en la contemporaneidad, o sea, entre los siglos XIX, XX y la actualidad.
Esas entradas se identifican por la etiqueta "El Pasado visto desde el Presente", y en ellas veremos como las imágenes del pasado "romano", sobre todo a partir de las facilitadas por la escultura, la arquitectura, la pintura y las llamadas artes menores (cerámica, metalistería y escultura decorativa), se copian, se interpretan y se utilizan como inspiración para nuevas creaciones artísticas. Y son estas creaciones las que, al incorporarse a nuestras vidas, van a influir en las imágenes que todos tenemos sobre la Antigüedad Romana. Así, nos imaginamos la arquitectura de la época con el aspecto formal del estilo Neoclásico, y sin color; mientras que pensamos que la gente vestía con las prendas de los cuadros de Rafael, con el colorido del Renacimiento, reinterpretado a su vez por los pintores del Romanticismo.
La Arqueología, por el contrario, aunque de modo fragmentario, nos muestra que nuestros antepasados veían su mundo, y a ellos mismos, de otras formas, y, sobre todo, de otro color. De mucho color,... y por todas partes.
Un buen ejemplo de todo esto que decimos podría ser la fotografía que abre esta página, en la que vemos una escultura contemporánea que representa a Ceres, como diosa y alegoría de la abundancia. La piedra tiene un color neutro, blanquecino, natural de la caliza sobre la que está tallada la escultura, siguiendo las pautas sentadas por los artistas Neoclásicos y Románticos. En la Antigüedad, sin embargo, la escultura hubiera estado cubierta de un revoco, para sellar los poros de la caliza, y pintada a todo color: blanco para el rostro, cuello y brazos de la divinidad, porque era femenina, y en las convenciones de colorido antiguas, el blanco era el color destinado a representar la piel de las mujeres y las diosas; negro o castaño, para el cabello, adornado con una diadema o tiara dorada; puede también que tuviera los ojos y los labios maquillados (éstos, de rojo; aquéllos, según la época, de negro y/o verde malaquita); verde claro para la vestimenta, porque también era considerado un color muy apropiado para representar las ropas femeninas, y puede que el ropaje llevara adornos sobrepintados en dorado o púrpura, representando bordados. Por su parte, la cornucopia sería probablemente roja, color que representaba abundancia y fertilidad, en este caso, la de la tierra, pues lo que contiene son frutas; y éstas irían en distintos tonos de rojo, castaño, amarillo y verde (pues se trata de manzanas, peras, uvas y granadas de diferentes variedades, mezcladas con sus propias hojas).

Esta escultura podemos verla en el paseo ajardinado que hay junto a las murallas medievales de esa bonita ciudad que es Jerez de la Frontera (Cádiz, España), cuya visita no nos cansaremos de recomendar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario