LOS PERSONAJES DE "CABALLOS DE OCTUBRE"
(Legionarios en marcha. Foto cortesía de Pete Savin)
"Llegar a sentir el vértigo al que nos conduce una novela en gestación, cuando toma forma y parece empezar a vivir por cuenta propia, con personajes que se mueven, actúan, piensan, sienten y exigen respeto y consideración, a los que ya no es posible imponer arbitrariamente una conducta, ni privarlos de su libre albedrío sin matarlos, sin que la historia pierda poder de persuasión, (...)"
Mario Vargas Llosa ("Elogio de la lectura y la ficción". Discurso ante la Academia Sueca. Premio Nobel de Literatura 2010)
Queridos lectores:
Ha pasado ya una década desde que esa cita de Vargas Llosa me emocionara, porque describía a la perfección la relación que yo había establecido ya por entonces con mis personajes. Diez años después, no es que pidan "respeto y consideración", sino que son ellos "los que mandan".
Los personajes son uno de los puntales de la serie "Un inquisidor en el fin del mundo". Ellos sostienen la acción de las novelas y son los "ojos" a través de los que nos asomamos al mundo de su época.
Como
sabéis, - lo habréis leído en otras entradas de este blog, en la
sinopsis y en las primeras páginas del libro (también publicadas aquí y en
Facebook, por mí misma y por la editorial, GoodBooks) -, junto al narrador, los
protagonistas principales son los miembros de la Legión X Gémina, - una de las
legiones que estuvo de servicio en las Hispanias
en los años en los que transcurre la acción de mis novelas -, encargados,
entre otras cosas, de velar por el mantenimiento del orden público, ejerciendo
de policías de la época; así que comenzaremos por ellos.
A.M. SERENO CELSO
– Protagonista y narrador. Caballero romano, centurión en la Legión Décima. Hombre de armas,
medianamente cultivado, como corresponde a su orden social. “Aprendiz de
estoico”, como él mismo se definía. Sus dotes de observación, su memoria,
habilidades para indagar y sus buenos
oficios con la pluma harán que el encargo de investigar crímenes, que le cae
encima por ser el centurión novato, se convierta en ocupación permanente y
sea, durante muchos años, el inquisidor militar.
LA
LEGIÓN X
- La
veterana y curtida Legión Décima, que fuera la unidad favorita de Julio César.
Muy venida a menos tras las guerras civiles, al inicio de la novela la
encontramos de guarnición en el que todos consideran un aburrido destino en la
provincia Hispania Ulterior.
Los
mandos
C. H. Asiático Pulcher
– Legado. Joven descendiente de una aristocrática familia, se le destinó a la
Hispania Ulterior, al mando de dos legiones de guarnición (la Décima y la Sexta Lepidina), para cubrirse
de gloria por la vía fácil. Incompetente, engreído, vanidoso e hipocondríaco.
C. C. S. Canidio Galo, el Mayor
– Tribuno. De mediana edad. Miembro de otra aristocrática familia romana de
ilustre pasado. Excéntrico, culto y amante de la Filosofía. Excelente médico
vocacional. Está llevando adelante su proyecto de hospital militar modelo,
apoyado por el legado hipocondríaco y el entonces pretor de la provincia, de proverbial
mala salud. Su curiosidad científica y el aburrimiento le llevan a colaborar en
las investigaciones de Sereno. Con el legado y los otros tribunos casi siempre
ausentes, suele ser la máxima autoridad en la fortaleza, para alegría de la
legión, pues delega en Cornificio todos los asuntos ordinarios. Algunos de los
centuriones tienen, no obstante, el deber no escrito de dar conversación al
tribuno Galo, al que apodan “Sanidad”.
L. V. Cornificio
– Primipilo (primer centurión) de la Legión
X. Caballero romano, militar por vocación, duro como el
pedernal. Líder nato. Honorable, decente y, a pesar de su mal genio, con buen
fondo. Puede resultar algo paternalista con sus colegas y resto del personal de
la legión. Está convencido de que el aburrimiento es la fuente de todos los
males del mundo y se emplea a fondo en mantener a todos siempre activos. Mantiene asimismo
un peculiar tira y afloja con el tribuno Galo, que, cuando se queda solo al
frente de la legión, delega en él todo, excepto la firma.
T. I. Prisco Unojo
– Aquilifer (portaestandarte mayor). De aspecto fiero y correoso. Perdió un ojo
en campaña, lo que le valió su apodo. El más veterano de los oficiales
supervivientes de la Guerra de las Galias y una especie de leyenda ambulante,
ya que fue el primer romano en pisar suelo británico, durante la invasión al
mando de Julio César. Además del portador del águila, es el responsable de las
insignias, los estandartes y los cultos; y el guardián del dinero de la paga y
de las pensiones de la legión.
La
hermandad de centuriones.
Los centuriones de la Legión X llevan juntos
muchos años y funcionan como una auténtica hermandad. Los que más intervienen
en esta primera entrega son los siguientes (en el capítulo III de la novela hay
una relación completa de todos los que en ese momento formaban parte de la
legión, con nombres, empleos y cargos).
M. S. Silvano
– A pesar de su aspecto fiero, es un hombre amable y tranquilo, tan
paternalista con sus legionarios que le apodan “Mamá Oca”. Suele ser el sentido
común colectivo de la hermandad.
A. G. Plácido
– Un gigantón de fuerza hercúlea. Amante de la buena mesa y del buen vino, es
el “cocinillas” de la legión, además del responsable de la intendencia.
C. F. Iovino Cararrota
– Principal responsable de las obras de fortificación (ingeniero práctico), es
también el “maestro” artillero. El más técnico de todos los oficiales.
C. I. Quadrato –
El más pío - y supersticioso – de todos los oficiales. Primer formulador
oficioso de la “ley” que, siglos más tarde, acuñaría con fortuna Murphy (“si
algo puede salir mal, saldrá mal”).
Q. Canuleyo –
Aunque de aspecto patibulario, es un hombre relajado, tranquilo y divertido.
Mujeriego como pocos, sus “líos de faldas” le dan continuos dolores de cabeza.
C.
Manilio – Duro, astuto y cínico, con
un peculiar y ácido sentido del humor. Le pierde su lealtad hacia sus hermanos
de armas.
Petavonium (Rosinos de V., Zamora) |
Los
suboficiales de la centuria de Sereno
C. V. Nino
– El optión (primer suboficial). Militar de oficio, responsable, eficaz y
diligente. Franco y con mucho sentido del humor.
L. A. Super
– El tesserario. Organizado, organizador y un auténtico “manitas”, siempre
cargado con herramientas de toda clase, pocas cosas hay que no pueda reparar.
C. Mummio
– El portaestandarte. Un dechado de sentido común y honestidad. Jovial y socarrón.
T. S. Saturnino
– El librario. Reglamentista, diligente, eficiente y trabajador
como una hormiga, es el encargado de los trabajos administrativos de la
centuria.
T. V. Rustico
- El curator. Trabajador infatigable y
eficaz, aunque algo corto de luces. Un auténtico “noble bruto” y, por
descontado, un “mulo mariano”.
C. V. Marciano
– El asistente del centurión. No es suboficial, sino legionario inmune
(liberado de las cargas habituales del servicio en tiempos de paz), pero su
estatus de “sombra del águila” le coloca oficiosamente por encima del resto de
sus compañeros. Veterano de varias guerras, perro viejo cuartelero y astuto
como una comadreja. Prestará servicio a Sereno durante años con una lealtad a
toda prueba.
Los
ingenieros
Enfrentados
por el suministro de piedra para construcción, en esta entrega de la serie protagonizan
altercados que fastidian y entretienen a todo el mundo intramuros de la
fortaleza.
T. Volusidio
– Especialista en fortificaciones.
M. C. Carino
– Especialista en ingeniería del agua. “Fontanería fina”, a decir del centurión
Manilio.
Otros
miembros de la legión con un papel relevante en esta entrega de la serie.
P. T. Firmo
– El corniculario. Está a cargo de la escribanía de la legación, donde comanda
con puño de hierro a un pequeño ejército de amanuenses y bedeles para atender
a las necesidades burocráticas de las dos legiones. Pedante y estirado, muy
celoso de “su territorio” y sus atribuciones.
I. I. B. Gaditano
– El amanuense que pone en ridículo a la Legión
X, aunque sostenga que lo hace por buenos motivos. Es la
personificación de la gratitud y la lealtad a toda costa.
C. Milvio – Optión
de la centuria de Plácido. Su mano derecha en los asuntos de intendencia.
T. Blandino –
Librario de la centuria de Plácido. Viejo amigo de Saturnino.
S. Pica
– Curator-veterinario de la centuria de Plácido. Tiene una misión fundamental
en la legión, que le traerá de cabeza y le costará no pocos sinsabores.
El recluta Mansuelo –
Gregario novato de la centuria de Silvano. Testigo involuntario de un crimen.
LA
LEGIÓN VI
Lepidina - Una de tantas unidades que acabó desapareciendo durante la
reorganización del ejército romano que llevaron a cabo Augusto y Agripa en las
últimas décadas del siglo I a.C. (Su nombre y su historia son producto de mi
imaginación, pero pudo haber existido).
P. Piloso – Primipilo de la Legión Sexta. También conocido
como Barbazul. Militar de
circunstancias, bien adaptado a la vida tranquila de las unidades de servicio
secundario. Especialista en hacerse el imprescindible entre las autoridades
civiles locales y en aparentar que trabaja mucho. En realidad, poco propenso a
la actividad. Encantado con su nuevo destino de guarnición provincial en las Hispanias.
C. O. Martino
– Amigo de Sereno y centurión novato como él. Llega a las Hispanias avalado por una buena colección de cartas de
recomendación. Guapo, elegante, presumido, divertido, chistoso y vago. Ama el
juego y confía su futuro a sus buenas artes de “trepa” con aspiraciones.
T. P. Casca
– El otro gran amigo de Sereno. También centurión novato, llega a las Hispanias a cubrir una plaza vacante que
le ha correspondido por sorteo. Fuerte, bravo, hombre de armas vocacional,
devoto del reglamento, leal hasta el extremo con sus amigos, con buen fondo, aunque
algo simple y con poco sentido del humor.
C. Calzas
– Centurión veterano. Tiene una peculiar y ruidosa intervención en esta entrega
de la serie.
LA CABALLERÍA
- Lo que queda de la vieja Ala Postumiana. (Su nombre e historia son también de
mi invención, pero pudo haber existido).
S. P. Cosentino.
Prefecto. Caballero romano. Engreído y peculiar comandante de caballería al que
le gusta hacerlo todo a su manera. Está al mando directo – apoyado por suboficiales
– de las dos turmas padanas (formadas por jinetes originarios del Valle del Po,
en Italia).
A. C. Sisenna.
Decurión (oficial de caballería). También conocido como “el señor Si”,
está al mando de la turma hispana. Los miembros de ésta tienen
fama de grandes jinetes y de conflictivos compañeros de armas. Están
destacados
junto a la Legión X,
donde se les considera un incordio.
I. Ambriórix.
Decurión (oficial de caballería) al mando de la turma galicana, formada por feroces
jinetes galos. Eso sí, todos ciudadanos romanos por la gracia del divino Julio
César.
El curator eventual Masclo
– Un tipo brutal, ascendido de forma interina por el prefecto tras la
muerte del curator titular. Suboficial encargado de la 1ª turma
padana. Calificado de “matasiete” por cuantos le conocen.
EL
PERSONAL SANITARIO
Algunos
de los miembros del “equipo sanitario” formado por C. Galo para su “hospital
modelo”: médicos (Salustiano), boticarios (Numeriano y Celestino), herboristas
(Lucrecio), asistentes (Laurencio), sanitarios-socorristas (Iuvencio, Naso) y
subalternos (camilleros, bedeles y mozos). También aparecen miembros
del servicio particular del tribuno, como su secretario (Calixto) y algunos de
sus sirvientes.
EL
CONVOY DE INTENDENCIA
C. P. P. Brioso.
Hombre de mucho genio y mayor apetito. Socarrón y astuto. Mejor relacionado de
lo que parece. Transportista experto, con un gran sentido práctico. Junto a él,
todos sus subalternos: carreteros, muleros, arrieros y mozos de cuerda.
LOS
CIVILES -
Todos los ciudadanos y vecinos de la Colonia Norba Cesarina, desde
los magistrados hasta los esclavos públicos, incluyendo a los residentes que no eran ni
romanos, ni latinos.
La
Siciliana – Liberta. Antigua prostituta. Guapa
y lista, gobierna el mejor burdel de la provincia con mano de hierro en guante
de seda. Junto a ella, aparece todo el personal de “su casa”.
Los taberneros
– Hay varios en la colonia, pero en esta entrega de la serie sólo intervienen el
dueño de “El Palomo Verde” y Alpino,
el veterano retirado que regenta la posada junto a la vía, a las afueras de la ciudad.
Félix Bocanegra
– Acomodado tratante de ganado, que se dedica a la exportación. A él y a su
cuadrilla les había ido demasiado bien en los últimos tiempos.
El marmolista
- Se ve en un aprieto por haber aceptado el encargo de una lápida para un
difunto que no trae más que complicaciones a todo el mundo.
B. Gener
– Acaudalado comerciante de vinos, recientemente avecindado en la colonia, que ha perdido a su cantante particular.
PERSONAJES
REALES “INVITADOS” A LA
FICCIÓN
Octavio Augusto
(en el momento de la acción, todavía Julio César Octaviano). Sólo por
alusiones.
M. V. Agripa
– Mano derecha - y armada - de Octavio y del Senado y el Pueblo de Roma. Gran
militar y estratega. Interviene en los últimos capítulos de esta entrega de la
serie.
C. Julio César
– Patrono y “padrino” de la Legión
X, su favorita a lo largo de los años y de sus campañas por
medio mundo conocido. Omnipresente. Todos los miembros de la legión le siguen
guardando lealtad aún después de muerto, de forma que su recuerdo es parte de la identidad
colectiva de la Décima.
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