UN INQUISIDOR EN EL FIN DEL
MUNDO
La serie de novelas de
A.M. Sereno Celso.
Caballos de Octubre, es la primera entrega de una serie de
libros de novela histórica “con policía”, - o novela negra con trasfondo
histórico -, sazonadas con ingredientes de sátira de costumbres y una cierta
actitud iconoclasta frente a los tópicos historiográficos, titulada Un
inquisidor en el fin del mundo.
El hilo
argumental convierte a cada novela en un compendio de “comentarios” a un
memorial sobre un caso criminal, escrito por un militar romano a punto de
retirarse, y dirigido a su sustituto en el puesto. El personaje narrador, el
centurión A. M. Sereno Celso, relata, con humor e ironía, los casos que tuvo
que resolver durante sus años de servicio en el occidente de la Península Ibérica,
donde la actividad policial la llevaba a cabo el ejército.
La trama es ficción, pero
la ambientación está urdida sobre un acercamiento veraz y realista a la
Antigüedad romana, alejado de los tópicos al uso en la novela histórica
(“hazañas bélicas”, “héroes versus
villanos”, transformación en novela de las fuentes escritas de la época, etc.).
Los lectores seguirán a los personajes y la acción de las novelas por las principales ciudades romanas del occidente peninsular, que hoy siguen desempeñando un importante papel en los actuales España y Portugal (Cádiz/Gades, Córdoba/Corduba, Mérida/Emerita Augusta, Cáceres/Norba Caesarina, Lisboa/Olisippo, Salamanca/Salmantica, León/Legio, Astorga/Asturica Augusta); y otras menores, que, o bien perduran entre nosotros, o bien desaparecieron, despobladas al ritmo del transcurso de la Historia de la Península Ibérica. También, por licencia literaria y necesidades “del guión”, los lectores se encontrarán con otras poblaciones, producto de la imaginación y el humor de esta autora, para cubrir los “huecos” que la investigación, - cuyo ritmo es necesariamente más lento que el de la ficción novelesca -, no ha podido “rellenar” hasta la fecha.
Queridos lectores: No es que el mapa anterior estuviera girado por error, es que está orientado tal como, literalmente, se orientaban los mapas en la Antigüedad romana, con el Este (el "oriente") en la parte superior del plano. Visto a su manera, resulta mucho más evidente el por qué mis personajes consideran que la Península Ibérica, Hispania, era, no sólo el fin del mundo, sino también el culo del mundo ;)
Ésta es sólo una muestra de las diferencias de perspectiva en muchos temas entre nuestros antepasados y nosotros. Las etiquetas "El Pasado visto desde el Presente" y "El Presente visto desde el Pasado" os llevaran a las entradas en las que vamos tratando sobre algunos de ellos.
Cuando se inicia la acción de la serie, en el otoño del año 30 antes de Cristo, Hispania, que era como nuestros antepasados romanos llamaban a la Península Ibérica, estaba dividida administrativamente en dos provincias, Hispania Ulterior e Hispania Citerior. El cuadrante noroeste (en la imagen inferior, en verde "intermitente") era aún una zona inestable y fuente casi continua de conflictos entre sus habitantes y, a menudo, entre éstos y sus vecinos romanos o romanizados de la Citerior y la Ulterior.
El trasfondo bélico de la serie será la época de la definitiva conquista y pacificación del cuadrante noroeste peninsular, conocida en la historiografía como las "guerras cántabras" o "astur-cántabras", dependiendo de la mayor inclinación de los autores hacia uno u otro enemigo local de los romanos, pero que no se trataba, ni mucho menos, de los únicos habitantes de la zona. Ésta, como toda la península y como toda Europa, estaba habitada a la llegada de los primeros romanos, en el siglo III antes de Cristo, por numerosísimos pueblos diversos, en un estado de guerra declarada o latente prácticamente continuo (como fue la tónica de todo el amplio período conocido como Edad del Hierro).
Agusto |
Entre los años 30 y 19 antes de Cristo, el nuevo gran hombre fuerte de Roma, Octavio Augusto, tras imponerse a su rival (y primo) Marco Antonio, va a emprender una reorganización de la administración romana sobre los ya extensísimos territorios que la Urbs (como la denominaban los propios romanos) controlaba en los tres continentes conocidos en el mundo antiguo, Europa, Asia y África. Eso significó para Hispania una serie de campañas bélicas en el noroeste, para conseguir la pacificación completa de la zona, colocando a todos los habitantes bajo el gobierno y la administración estatal romanos; y la reordenación del territorio en tres provincias, ya que la antigua Ulterior (la más alejada de Roma) se segregaba en dos nuevas, la Bética y la Lusitania, mientras que la Citerior acababa por incluir el noroeste y pasaba a llamarse Tarraconense. La paz en todo el territorio hispánico abrió una época de tranquilidad y prosperidad sin precedentes en la península, sentando definitivamente las bases de una sociedad, la hispano-romana, que, a pesar de su ubicación periférica, en menos de un siglo, se convertiría en uno de los focos culturales y económicos más pujantes del Mare Nostrum y de entre sus gentes saldrían varios de los más influyentes y famosos pensadores (Séneca), militares (Trajano, Hadriano e innumerables oficiales y soldados de las legiones y sus unidades auxiliares), científicos (los agrónomos de la familia Columela), literatos (Lucano y Marcial), deportistas (el auriga Dioclés) y gobernantes (los príncipes Trajano y Hadriano) de todo el "imperio".
Con esos acontecimientos históricos como telón de fondo, los personajes de la serie vivirán en un territorio cambiante, a caballo entre la paz y la guerra, dejando definitivamente atrás los últimos vestigios de las sociedades tribales protohistóricas, pasando de un mundo aldeano a otro de florecientes ciudades, de "pequeñas romas" de ultramar, parte de la civilización romana y de lo que entonces iba a ser el "mundo moderno", con sus luces y sus sombras... Donde el crimen nunca descansa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario