jueves, 10 de enero de 2019

AÑO NUEVO

Queridos lectores:
Para empezar bien este año de 2019, o, según el cómputo de mis personajes, el 2772 ab Urbe condita, un poco de humor.
Os dejo esta foto de nuestro amigo Caius Minimus, relajándose después de que, sin que le diera tiempo a librarse de la resaca de las Saturnales, le tocara estar de guardia todas las Navidades en el "castillo de los romanos" del Belén de mi casa.

- A ver si te dejas ya de muñequitos, Flaquilla, que me tienes a la tropa soliviantada - me gruñe el primipilo Cornificio.
- Pero ¿qué más les da a ellos que Minimus aparezca en el blog?
- Saben de sobra que lo que pones en la caja bizarra lo ve todo quisque, así que están muy enfadados,... porque creen que nuestros descendientes van a pensar que todos los legionarios romanos eran así de bajitos y cabezones.
- Supongo que vas a desear feliz año nuevo a nuestros lectores en nombre de la Legión X.
- Supones más de la cuenta y mal... - me responde Cornificio - El año nuevo se felicita en las kalendas de januario, no a estas alturas, que acabamos de pasar las nonas.
- No sé cómo quieren estos modernos que les vayan bien las cosas, si no cumplen con los rituales como es debido. No seremos nosotros los que os felicitemos ahora, pretendiendo que el padre Jano haga su trabajo a destiempo - añade, muy serio, el aquilifer Prisco Unojo.

GLOSARIO, y un poco de calendario.
Ab Urbe condita - Significa "desde la fundación de la ciudad". La fecha oficial de la fundación de Roma por Rómulo era el principio del cómputo de tiempo del calendario romano, de forma que en 2019 se cumplirían 2772 años si hubiéramos seguido con el calendario antiguo. En tiempos del emperador Hadriano (en el siglo II después de Cristo), se estableció que el dies natalis (o sea, el "cumpleaños" de la ciudad) de Roma se celebraría en adelante el 21 de abril. No obstante, el año oficial, tanto religioso como legal, comenzaba el 1 de enero (las kalendas de Januario). Ese día estaba dedicado desde muy antiguo al dios Jano, y se consideraba que traía buena suerte y el favor divino felicitar el año que comenzaba a amigos, conocidos y parientes. De ahí que sigamos celebrando por todo lo alto el cambio de año cada 31 de diciembre/1 de enero, y nos deseemos mutuamente un "feliz año nuevo".