viernes, 7 de julio de 2017

NUEVO ESPACIO WEB

Queridos lectoras y lectores:

Acabamos de estrenar nuevo espacio en Internet. Se trata de un espacio web, diseñado y alojado por el portal cultural Universo la Maga, en el que podréis encontrar información sobre el libro, una estupenda reseña del escritor Jaume Vicent, una semblanza mía de mi "puño y letra", comentarios sobre la obra de reseñistas y lectores, y enlaces de utilidad.

 - Hoy no entiendo bien lo que dices, Flaquilla - me dice el narrador.
- Será por el vendaval que hace, que descoloca cabezas - comenta su amigo Martino, el centurión más guapo de las Hispanias, pasándose las manos por el pelo.
- No - sonríe Sereno - es por las palabras... O son demasiado modernas,... o más bien, de otra lengua -
- Cierto - Martino le da la razón - Y no me suenan a un latín moderno. Yo diría que bárbaras son -
- Y las románicas están utilizadas de forma que me confunden: ¿puede ser un portal algo que tenga que ver con la cultura?... -
- In-ter-net, gu-eb... - silabea dubitativo Martino.
- Son cosas de "ésas"... - interviene el primipilo Cornificio, haciendo un mohín de disgusto - Para verlas o hacerlas en las cajas bizarras, que tanto les gustan a nuestros descendientes -
- Muy puesto te veo en modernidades - le dice el centurión principal, Silvano, que acaba de llegar, acompañando al tribuno Galo.
- Es que, aquí, su tribunicia autoridad, me ha venido dando dolor de cabeza con esos asuntos medio camino - dice el primipilo con una sonrisa torcida.
- ¡Por eso aceleraste el paso como si te llevaran los lemures! - se ríe Silvano.
- Ya me había querido parecer a mí - refunfuña el tribuno.

- Venid, queridos, que os lo enseño en la "caja bizarra" -
Mientras se lo muestro en el ordenador, vosotros también podéis verlo en:

http://universolamaga.com/caballos-octubre-teresa-piquet

 
El diseño sigue la tónica, - que ya podríamos decir que es una "firma" -, del buen hacer del equipo de Universo la Maga: moderno, ágil, agradable, "amigable" y con buen gusto. 

(Foto: cortesía de Universo la Maga)
 Aquí tenéis otro ejemplo, el banner publicitario que ha estado en cabecera de su página las últimas semanas, y que se puede ver aún en la revista Mundo Literario.

- Ban-ner - silabea Martino.
- ¡Niño! - le regaña Cornificio - Déjate ya de repetir palabras bárbaras, que vete a saber qué coño significan,... y podrías estar haciendo el ridículo... - añade en tono de advertencia - Ya eres todo un centurión, y los centuriones no andan por ahí arrastrando cola, para que se partan el culo de risa los demás -
- No te pongas así, cascarrabias. Es todavía joven y la curiosidad le puede - disculpa el tribuno a Martino.
- ¡Me pongo como me da la gana! ¡Santo Genio de la Legión!... Ni joven, ni curioso, ni rayos de Júpiter en compota,... La dignidad de un centurión es sacrosanta... Y, tú, Galo, por muy tribuno y muy patricio que seas,... tú y toda tu parentela... ¡Por tus antepasados¡ ¡No me desautorices delante de mis centuriones!... Y, tú, novato, ya estás quitándote esa sonrisita de la cara o te la vuelvo del revés de un guantazo... Advertido quedas -
- Vamos a tranquilizarnos - contemporiza el tribuno Galo - El primipilo tiene razón: hay que mantener la dignidad y la compostura. Y él corregirá y llamará la atención a todos los miembros de la legión, de centurión para abajo, cuando sea conveniente -
- ¿Y por qué le gusta tanto a nuestros descendientes modernos utilizar palabras que no son latinas? - interviene Silvano, que tiene el don de cambiar de conversación cuando las cosas se tensan.
- Sí, eso - Sereno le sigue la corriente - Tribuno, ilústranos sobre ese gusto por los barbarismos -
El tribuno se aclara la voz y comienza a disertar sobre la evolución del latín. Apenas ha hilvanado dos largas parrafadas, Cornificio dice por lo bajo:
- Dolor de cabeza, auguro -
- Imponente, promete - le secunda Silvano.
- Pues tú tienes la culpa, contubernal - le gruñe Cornificio - Quién te manda...
Y hablando de mandos - levanta la voz - Me vuelvo a la fortaleza. No es de recibo que la mitad de los principales estemos de paseo por el porvenir. El tribuno también está aquí, así que regreso a hacerme cargo del mando allí -
Silvano hace amago de marcharse con él, pero Cornificio lo detiene con un gesto seco:
- No. Tú te quedas aquí... Al mando de la escolta del tribuno, que para eso eres el siguiente en el escalafón... Y vosotros dos, centuriones novatos, a escuchar el discurso también, sin rechistar, hasta la última palabra. Tú, Sereno, porque parece que tienes muchas ganas de ser ilustrado. Y tú, Martinito, por gracioso impenitente -
 

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