miércoles, 27 de enero de 2016

BEN-HUR Y LA VESPA, O EL PASADO VISTO DESDE EL PRESENTE

La fotografía que ilustra esta entrada fue tomada durante un descanso del rodaje de la película "Ben-Hur". En ella, los actores Charlton Heston (a la izquierda) y Stephen Boyd (a la derecha), charlaban animadamente junto a una Vespa. Ambos representaban a los protagonistas principales, Ben-Hur y Mesala, los mejores amigos transformados en los peores enemigos por obra de una trágica casualidad. El contraste entre su vestuario arcaizante, el decorado que se ve al fondo, simulando una columnata clásica, y la Vespa, un símbolo de modernidad en los días del rodaje, me gustó mucho y quise traer la foto a este espacio.
Hoy es posible verla aquí por cortesía del Bar El Comercio, de Sevilla, en cuyas paredes está colgada, en honor a la magnífica moto, adornada por un marco de estilo Art-Decó. Un día, mientras tomaba una copa de vino sentada a una de sus mesas, levanté los ojos hacia la pared del otro lado de la sala y la foto me recordó todo lo que la famosa producción de Hollywood ha hecho por la visión que el público en general tiene sobre la Antigüedad romana. Sus decorados pueblan nuestras fantasías sobre aquella época, e imaginamos a nuestros antepasados vestidos como sus protagonistas.
- ¡Pero qué guapos, válgame Juno! ¿Quiénes son esos mozos de tan buenas piernas?... ¿y qué cosa es ese artefacto que sujetan? -
- ¡Hola, Prisca! ¿por qué será que ya no me extraña verte por aquí? ¿otra tarde aburrida en el pasado? -
- Sí, hijita,... pero, dime, dime, ¿quiénes son? ¿están solteros? -
- Son dos actores. Y ya son también pasado. Reciente, pero pasado -
- ¡Huy!¡Cómicos! -
- Pues, no. En realidad representaban un drama, que se supone que ocurría en vuestra época. Años más tarde, pero en época romana -
- ¿Se supone entonces que van vestidos de romanos? -
- Sí -
- Pues no. De eso nada: un romano decente nunca llevaría el largo de la túnica tan por encima de la rodilla; ni aunque tuviera tan buena pierna como ese guapetón... Pero, bueno, si son actores, ¡vaya una a saber dónde se supone que pasaba la historia!,... seguro que en Grecia, como casi todos los dramas... que qué poca imaginación tienen los que escriben las obras. Si no las copian enteritas de algún griego famoso que lleva mucho tiempo en el Hades, las escriben a la manera, que no parece sino que vista una, vistas todas... Aunque hay que reconocer que algunos actores consiguen que una se ría un rato -
- Pero, ¿no hablábamos de tragedias? -
- ¡Ah!. No, ya no. Es que yo prefiero las comedias,... y si son picantonas, guárdame el secretillo, mejor... Y ligerillo de cascos debía ser ése, porque me parece a mí que si no se sujeta el vuelo del bajo con la mano, algún espíritu travieso del aire podría hacer que se le vieran las vergüenzas, ja, ja.. ¿Y el otro, que tal anda de rodilla?, que con el chisme no se le ven las piernas -
- Pues muy requetebien, Prisca. Te hubiera gustado - le digo, pensando en lo que habría disfrutado viendo a Heston tan ligero de ropa en las escenas de la condena de Ben-Hur "a galeras".
- ¿Me vas a explicar lo que es el chisme, bonita? -
- Es una Vespa -
- ¡¡¡¿Una avispa?!!! -
- Sí, y no, Prisca. Está claro que no es un insecto, pero parece que le pusieron ese nombre porque a alguien le recordaba la silueta de una avispa -
- ¡Por los gemelos sacrosantos! ¿A quién le puede recordar "eso" a una avispa? ¡qué cosas tenéis los descendientes!... ¿Y qué cosa es? -
- Una motocicleta... Un vehículo automóvil de dos ruedas -
- Creo que distingo lo que son las ruedas, pero no entiendo qué significa lo otro -
- Que es un artefacto que se mueve solo -
- ¡Así que "eso" es un autómata! -
-¿Sabes lo que son los autómatas? -
- Una idea tengo, hija, que no soy una ignorantona; que aunque plebeya del Trastévere, si se vive en Roma, se ven y, sobre todo, se oyen muchas cosas,... Sabía que hay por ahí artefactos que se mueven solos, pero nunca había visto ninguno... Así que eran esto,... -
- No exactamente, Prisca. Tendrían que pasar más de dos mil años antes de que se inventara "esto". Los autómatas de tu época eran cosas muy diferentes -
- ¡Aaah!. Bien. Y "esto" de hoy en día, ¿para qué os sirve? -
- Para desplazarnos. Se usa de forma parecida a como se utilizaban los caballos, las mulas y los asnos en el pasado: nos montamos encima y vamos de un sitio a otro. Donde el guapo de la falda corta tiene las manos es el lugar donde nos sentamos, el sillín; y lo que sujeta el otro guapo, es lo que nos sirve para conducirlo, el manillar,... algo así como la silla y las riendas en tu época -
- ¡Acabáramos! Una motocicleta es un burro autómata, sin cabeza y con dos ruedecitas raras en lugar de patas -
- Algo así -
- ¡Qué cosas éstas del futuro! -
- ¿Alguna vez te imaginaste algo parecido? -
- ¡Ni en pesadillas!... ¿Puedo ver cómo anda? -
- No, Prisca. Eso es una fotografía -
- ¿Lo qué? -
- Una especie de cuadro moderno. Otro día te lo explico... ¿Te gustaría que te llevara a ver motocicletas por las calles? -
- ¡¡¡Uy, sí!!!,... pero ahora no, que tengo que volver a casa, que ya se habrá preocupado bastante mi hija, porque salí y me vine para acá sin decirle nada -
- Pues muy bien, ¡hasta pronto!. Intentaré conseguir que alguno de los caballeros protagonistas de la novela pase de nuevo por aquí, para que me de su opinión sobre la motocicleta -
- A ver, hija, ¡qué quieres que te diga!: un trasto que se mueve solo, ... ¿corre? -
- Sí, puede correr mucho -
- Entonces, ¡Juno bendita!, a todos ellos les va a encantar. Marcho -
- Una última cosa, Prisca: ¿sabes por qué hace días que no vienen por aquí? -
- ¿Yo? ¡No!,... a ver, bueno, estooo, no debería, pero algo le he oído a mi yerno, que es un bocazas y no sabe estar calladito,... que no es que yo ande escuchando detrás de las puertas, ¿eh?, que es que él habla muy alto -
- Pero ¿qué sabes? -
- ¿Yo? Nada -
- Entonces, ¿qué no deberías saber? -
- Que tienen entre manos otro caso, uno bien raro, que se les está complicando más de lo que esperaban - me dice, bajando la voz - Y, además, también sigue estando lo del tipo ése,... y no te digo más, que no quiero meterme en ningún cardizal, que para eso se las apañan muy bien ellos solitos... Pero tú sigue convocáncolos, hijita, que el médico se aburre mucho, aunque él diga que no... Lo que yo creo que pasa es que no le dejan venir solo... -
- ¿Por qué? -
- ¡Ah!, ¡vayan a saber los dioses!... Te dejo, niña, que es tardísimo -
En fin, queridos lectoras y lectores, dejémoslo nosotros también por hoy.
- Esto, hija,...-
- ¿Si, Prisca? -
- Dijiste que esos dos guapos ya estaban en el pasado, ¿no? -
- Sí, aunque en otro momento del pasado -
- ¡Bien!. El pasado es el pasado... Creo que mañana voy a llevarle unos pastelitos a Venus, a ver, si en el voy y vengo de aquí al pasado, y del pasado al futuro, me los encuentro algún día de éstos por el camino -

En fin, queridos lectoras y lectores, hoy lo dejamos aquí, agradeciendo de nuevo la gentileza a Bar El Comercio. Y, para los que queráis contemplar la foto de Ben-Hur y la Vespa en su emplazamiento, El Comercio es un acogedor, veterano y ya centenario establecimiento situado en la calle Lineros, en el centro histórico y comercial de Sevilla, donde, con trato diligente y cordial, os ofrecerán buenos vinos, ricas tapas, chacinas de calidad y excelentes churros con chocolate, ese "manjar de dioses" que nuestros antepasados romanos se perdieron por esas cosas de la Historia.


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