jueves, 17 de noviembre de 2016

HUMOR Y CASTELLOLOGÍA

Humor gráfico (Fer, en El Jueves)

UN TOQUE DE HUMOR

La imagen que ilustra esta entrada son unas simpáticas viñetas del humorista Fer, que, dentro de una serie titulada “Historias Fermosas”, publicaba en la revista El Jueves. Eran muy buenas muestras del uso de la Edad Media como argumento para su humor gráfico. Ésta, en concreto, la rescataba y compartía recientemente en Facebook la Asociación Española de Amigos de los Castillos. Nosotros hicimos lo propio, compartiéndola en nuestra página, y hoy la traemos aquí, dentro de nuestra sección “Humor gráfico y Antigüedad”.

Ya me imagino a muchos de vosotros levantando una ceja: Antigüedad y no Edad Media. Y tenéis razón,… pero no del todo, pues, como algunos de mis personajes han señalado, la herencia antigua sigue ahí, y cosas que el imaginario popular relaciona directamente con lo medieval, en realidad, eran mucho, pero mucho más viejas. Sin ir más lejos, los castillos. Empezando por su nombre: castillo deriva directamente del latín castellum. Y un castellum era una fortificación militar, de tamaño medio o pequeño, de planta generalmente cuadrangular, con cuatro torres esquineras, ubicada en una posición estratégica. Las investigaciones arqueológicas han permitido localizar restos y vestigios de castella por todos los territorios que alguna vez fueron romanos, datados desde fechas antes de Cristo hasta prácticamente la Edad Media. En esa época, pues, lo único que se hizo fue seguir construyendo las fortificaciones conforme a los patrones y técnicas heredadas de la Antigüedad romana, adaptándolas a las necesidades de cada lugar y circunstancias.
Para terminar esta contribución a nuestro glosario, os diremos que castella, o sea, castillos, es el antecedente directo del nombre de Castilla, tierra que todos sabemos que se acabó llamando así por lo numeroso de sus plazas fortificadas. La Antigüedad ya era entonces Pasado, pero nunca pasó del todo.

- Ehem! – carraspea uno de los oficiales.
- ¿Qué? –
- Se te olvida un detalle –
- No, no se me olvida, queridos; pero hoy no tenemos tiempo de hablar de fortificaciones y poliorcética. Sé que es un tema que os apasiona y que era parte de vuestro trabajo, así que os prometo que otro día hablaremos de castra y castella
- De acuerdo. Pero no es eso, bonita – me dice otro de ellos.
- ¿Entonces? –
- En el cuadrito –
- ¡Ah!, las viñetas… ¿A qué os referís? –
- A que el de la catapulta no era malo de cojones, como está escrito ahí –
- No, claro; en ese detalle está el chiste –
- ¡Ah! ¡Pero si es un chiste! – se extrañan.
- Sí. “Humor gráfico” – les aclaro.
- Nosotros creíamos que era un ejemplo de cómo usar la artillería para ayudar a construir una rampa de asedio –
- O sea, que no es una ilustración de un manual de poliorcética – concluye el oficial de mayor rango.
- No, ya os lo he dicho: es un chiste –
- Pues no es mala idea, contubernales. Concentrar el tiro al pie de los muros y aprovechar después los proyectiles como base para el acúmulo de materiales para la rampa – apunta otro de ellos.
- Podríamos reducir el tiempo de construcción, al reducir el dedicado al acarreo de áridos, y, lo que no es menos importante, el tiempo en el que los hombres que trabajen en ello estén expuestos y necesiten protección extra frente al enemigo sitiado – añade un tercero.
- Trae avíos de escribir, que vamos a hacer unos cálculos. A saber: distancia, altura de los muros, ubicación de las máquinas,… - dice el oficial de mayor rango.
- Queridos, que es un chiste –
- Sí, sí, guapa, ya te hemos oído. Sigue tú de charla con los lectores, que nosotros estamos ocupados,… También tendríamos que ver el calibre de los proyectiles más conveniente,… -

GLOSARIO
Castellum – castillo, fuerte, fortín o plaza fortificada, de tamaño medio o pequeño.
Castella – plural de castellum.
Castrum – campamento militar fortificado.
Castra – plural de castrum (fortaleza o campamento fortificado de tamaño grande, ya que el espacio intramuros podía tener varias hectáreas de extensión).
Poliorcética – palabra de origen griego, con la que se designaba lo que ellos consideraban el arte de construir fortificaciones y expugnarlas. Se llegó a su máximo desarrollo en época romana, sobre todo en lo que concierne al ataque y sitio de las plazas fortificadas.

Por cierto, que, aunque se construyera muchos años después de la época de nuestras novelas, todavía se conserva en pie la impresionante rampa que levantaron las legiones romanas (la legión X Fretense y sus tropas auxiliares) en Judea, para vencer la resistencia de los muros de la ciudad fortificada de Masada, en el año 73 (siglo I después de Cristo).

miércoles, 16 de noviembre de 2016

MONUMENTOS

Restos de edificación monumental romana (foto: E.Henares)
 DÍA MUNDIAL DEL PATRIMONIO


Hoy se celebra el Día Mundial del Patrimonio, en el que recordamos la importancia de conservar el legado histórico, artístico y arqueológico que, a través del transcurso de siglos, ha llegado hasta nosotros, quienes, como en una carrera de relevos, tenemos la responsabilidad de recoger este peculiar “testigo” de nuestro paso por este planeta y pasarlo a las generaciones venideras.

Algunas instituciones nacionales e internacionales aprovechan la fecha para recordarnos que la conservación del Patrimonio es cosa de todos los miembros de la sociedad, ya que, para que se materialicen los proyectos y nazca la voluntad política de llevarlos adelante, es imprescindible que en la mentalidad de todos y cada uno de nosotros arraigue el convencimiento de que es algo necesario. Necesario e inaplazable, porque muchos de los monumentos, yacimientos y obras de arte que no se cuiden, se protejan, se consoliden o se restauren hoy, se perderán y no tendrán un mañana.

Puente romano (foto: E.Henares)
Para ilustrar esta entrada, unas bonitas fotografías de monumentos romanos en España, cortesía de Estrella Henares.

- Así que, ahora, “esto” es un “monumento”, Cayo – le dice un legionario a otro.
- Pues yo lo que veo es un puente, Tito. Y un puente es un puente, entonces, ahora, y por los siglos de los siglos –
- Sí, sí,… pero el tribuno dice que los modernos lo llaman “monumento”, y “puente romano” –
- ¡Las sandalias de Mercurio!,… ¿Y qué iba a ser?, ¿“puente de los partos”? –
- ¡A “esos”, ni nombrarlos! -




domingo, 13 de noviembre de 2016

LOS LECTORES OPINAN

Queridos lectoras y lectores: 

Sé que algunos de ustedes ya están leyendo "Caballos de Octubre", y mis personajes y yo les agradecemos sus comentarios y elogios. 

Hoy publicamos lo que nos ha enviado nuestra lectora y amiga Pilar Lafuente, a través del correo electrónico:


"Pues sí, los chicos de la Décima me tienen muy entretenida desde su campamento fortificado en el culo del mundo. A veces me cuesta abstraerme y que no se me vengan a la mente algunas escenas “domésticas” de los tebeos de Asterix, esas en las que aparecen los legionarios barriendo, lavando la ropa, jugando a los dados, bebiendo en las tabernas  (en los otros menesteres no aparecen por decoro y censura). La verdad es que me lo estoy pasando muy bien y ya tengo hecha mi representación mental del campamento y los personajes, vamos, que me has metido en la trama desde el principio." (...) Por cierto, me debes ratos de sueño porque suelo dejar la ficción para antes de dormir y con tu libro no hay manera de apagar la luz sin terminar el capítulo.".

Nuestra mascota, el Sileno, se va a hacer una visita nocturna a Pilar. Tendremos que advertírselo, no vaya a ser que se asuste cuando lo vea aparecer bailando en su pared,... y tema que lo siguiente sea una invasión en toda regla por parte de "los chicos de la Décima".
Un abrazo y gracias por hacernos llegar tu opinión.

 

jueves, 10 de noviembre de 2016

CASTAÑAS Y CARAS LARGAS

Castañas asadas (foto: Y. Henares/2016)


Queridos lectoras y lectores:

¡Seguimos de enhorabuena! Como os hemos venido contando en estos días, la novela “Caballos de Octubre” ha salido a la venta. De la mano de la editorial GoodBooks (siempre buenos libros), ya se puede adquirir en las principales plataformas digitales del sector: Casa del Libro, Librerías Picasso, Pangea o Amazon, y pronto comenzará su distribución a las librerías.

Algunos de nuestros lectores no han podido esperar a la presentación, ni a que los libros estuvieran en los anaqueles de las tiendas, así que los han pedido a los puntos de venta on-line y ya nos están haciendo llegar sus elogios y comentarios favorables.

En los próximos días iremos compartiendo con vosotros los comentarios que vayamos recibiendo, y comenzaremos con las entrevistas a nuestros personajes, que están muy contentos…
- Eso lo dirás por los muchachetes del pecho de lata, porque lo que somos nosotras, estamos pero que muy ofuscadas –
- ¡Prisca! ¿Cómo tú por aquí? ¿No quedamos en que no podrías venir esta semana? –
- ¡Pues he hecho un poder! Porque alguna de nosotras tenía que decírtelo, y muy clarito –
- ¿Qué? –
- Que no estamos nada contentas con la primera novela –
- ¿Por qué? –
- Porque no salimos apenas,… nosotras, las honestas matronas de la colonia,… mientras que “ésa” sale casi desde el principio,... y como si fuera alguien –
- Creo que tendrías que aclararles a nuestros lectores quién es “ésa” –
- No seré yo quien se rebaje a hablar de “ella” –
- Pero… -
- Nada de peros. Me ha explicado mi yerno que lo que está escrito no se puede cambiar, así que ya estás haciendo algo para que nosotras tengamos el lugar que nos corresponde de ahora en adelante, … o si no… Bueno, que en la mesa de la cocina te dejo unas castañas asadas –
- O si no, ¿qué? –
- Me vuelvo a casa, que ahora los días son muy cortos y el fresco que hace no es bueno para el reúma –
- ¡Prisca! –

Nada, amigos, no hay nada que hacer. Se ha marchado corriendo hacia el Pasado, envolviéndose en su mantón de lana, enfadadísima.
El Sileno se ríe en su pared, mientras canturrea un “ya te lo dije” y alarga la mano para coger las castañas.

La foto, ¡y las castañas!, que ilustran esta entrada, son de nuestra asidua lectora Yolanda Henares, "prestadas" del álbum de fotos de cocina y repostería que tiene en su perfil de Facebook. ¡Gracias!


lunes, 31 de octubre de 2016

NOCHE DE DIFUNTOS

Mosaico romano (Pompeya, Nápoles, Italia)


En nuestra tradición cristiana actual, iniciándose noviembre, la noche previa al Día de todos los Santos se conoce como Noche de Difuntos, y en ella se conserva, aunque muy diluida por su contenido religioso, la ancestral creencia de que los espíritus de los fallecidos pueden acceder, o retornar brevemente, al mundo de los vivos en su transcurso.

Esa creencia también era tradición entre nuestros antepasados romanos, aunque ellos conmemoraban a los difuntos en fechas diferentes del calendario, y les dedicaban más días. Como ya vimos en su momento (podéis leerlo en las entradas anteriores correspondientes), en febrero se celebraban las Parentalia (del 13 al 21), dedicadas a los familiares fallecidos; y, en mayo, las Lemuria (del 9 al 13), dedicadas a todos los espíritus de los difuntos en general.

Estos días de noviembre no eran festivos, ni de manera religiosa, ni civil, en el calendario romano. En realidad, nos encontramos en una de las partes más anodinas del año de entonces: desde el Armilustrium (19 de octubre) hasta los idus de noviembre (día 15) no había un solo día festivo; y, después de esa fecha, no volvía a haber ninguna festividad hasta bien entrado diciembre, que, eso sí, como hoy en día, estaba bien provisto de ellas.

Mis personajes y yo volvemos a dedicar esta entrada a nuestros hermanos italianos, que siguen conmocionados por las víctimas y la destrucción ocasionadas por los terremotos que se suceden en la zona central de la Península Itálica.
El último casi coincide en la fecha en que tuvo lugar otro de los grandes terremotos que se recuerdan en la Historia reciente de Europa, el acaecido en 1755. Conocido como “el terremoto de Lisboa”, - porque una de las principales ciudades damnificadas fue la bella capital portuguesa, que sufrió una devastación horrenda -, ese sismo borró del mapa, asoló o dañó gravemente numerosas poblaciones de todo el suroeste de la Península Ibérica. Los movimientos de tierras de gran intensidad derruyeron edificios sin cuento, mientras olas gigantescas barrían las costas llevándoselo todo por delante. Y, para empeorar lo que ya era dantesco, como debido a las fechas, todas las iglesias, y muchas casas particulares, estaban decoradas con luminarias y velas para conmemorar a los difuntos, los incendios prendieron y redujeron a cenizas lo que había quedado en pie, de forma que las ruinas ardieron durante días. Podría parecer una historia de terror, de ésas tan solicitadas en estas fechas hoy en día, pero no lo fue. En estos casos, la realidad siempre supera a la ficción.