Hoja de vid (mosaico/ T. Piquet/2015) |
¡BEBAMOS EL VINO
NUEVO!
Meditrinalia
Según los antiguos
calendarios conservados, el día 11 de octubre se celebraban las Meditrinalia. Éstas eran fiestas
consagradas a Júpiter y cerraban la temporada de vendimia en los campos
romanos. Eran, pues, otras de las festividades que vinculaban estrechamente los
calendarios religioso y agrícola.
- ¿No es así, tribuno? –
- Así es, hijita. Son
fiestas muy antiguas que reflejan, en este caso, el deseo de agradecer a
Júpiter, Óptimo y Máximo, su intercesión para que los meteoros hubieran
respetado la cosecha de la uva, permitiendo que ésta madurara adecuadamente en
las viñas, a salvo de tormentas intempestivas, rayos incendiarios y granizadas
destructoras –
- Y que haya mantenido
también a las lluvias a raya hasta que acabe la vendimia – interviene el
narrador, que hoy a compaña al tribuno, al frente de la escolta.
- Efectivamente, hijo.
Si la cosa ha ido bien, son celebraciones muy alegres, en las que se prueba el
mosto nuevo –
- O se bebe a
discreción – dice el narrador – Porque se cree que posee cualidades curativas –
- Eso es una
superstición como cualquier otra, como comprenderás, querida – me aclara el
tribuno.
- Pues siento tener que
darle la razón, en cierta forma, a las tradiciones milenarias; porque estudios
científicos vienen demostrando desde hace tiempo que el consumo moderado de
vino es beneficioso para la salud –
- Tú lo has dicho,
querida, “consumo moderado”. Nosotros ya sabíamos, no mediante experimentos
científicos a la moderna, sino por la simple y pura experiencia,… -
- Y por información
recibida de los dioses en tiempos pretéritos. No se te olvide añadirlo,
tribuno –
- Sí. Gracias por
recordármelo, hijo… Es que, querida, si no añado ese tipo de cosas a mi
discurso, acaban tachándome de impío… En fin, que el caso es que sí que
sabíamos que el vino es saludable, pero, como casi todo lo que se bebe o se
come, tomado con moderación y templanza –
- ¿Y el caso del mosto
de las Meditrinalia?
- En este caso, lo que
se creía era que, al ser el primer producto de la cosecha, conservaba intacto
el vigor de la tierra y el sol, que se había condensado en las uvas mientras
éstas maduraban; y, por tanto, tenía el poder, más o menos mágico, de
transmitir salud y fuerza al que lo bebiera, de forma que podía curar las
enfermedades y prevenirlas –
- Aunque para eso,
había que cumplir bien el ritual – añade el narrador.
- Por supuesto, como en
todo caso en que se requiriera algún rito –
- ¿Y cuál era ese rito?
–
- Pues había que beber
mosto, o vinum novum, de las uva
recién vendimiada, y vino de una cosecha anterior, o vinum vetus. Así, con el vino añejo se conjuran las enfermedades
que se padecen; y con el nuevo, se cogen fuerzas para que no nos pille ninguna
por venir – responde el narrador.
- Supongo, entonces,
que el consumo de vino y mosto sería importante en esta fecha –
- Supones bien, hijita.
Aquí, mis oficiales, llaman al día de hoy, la fiesta de los borrachines, pues
son muchos los que, a fuerza de querer ganar en salud, acaban echándose a
perder el hígado por pasarse con la supuesta medicina –
- Y más los que acaban
rodando por el suelo y debajo de las mesas de tabernas y casas de comidas; y
los que acaban abrazados a las esquinas, vomitando por los rincones de las
plazoletas, o medio ahogados en las fuentes públicas,… Tenemos que volver,
tribuno, que hay que organizar la recogida –
- ¿La recogida? –
- Sí, claro, la de los
borrachines –
- ¡¿Qué vosotros teníais
que recoger a los borrachos?! –
- A los nuestros, hija,
a los nuestros,… porque entre la tropa, y también entre algunos miembros de la
oficialidad, esta fiesta pretendidamente salutífera es muy celebrada. Así que,
como te podrás imaginar, prácticamente todo el que haya librado hoy habrá
corrido al despacho de vinos más próximo a echarse al coleto, como mínimo, un
copazo de mosto y otro de vino añejo –
- Y como muchos habrán
seguido brindando, en acción de gracias, a Júpiter,… - explica el narrador -, pues
tanta piedad habrá dado lugar a que necesiten ayuda, para mantenerse en pie con
algo de dignidad, y para encontrar el camino de regreso a los cuarteles –
GLOSARIO
Meditrinalia
– Festividad
celebrada al final de la vendimia, en honor a Júpiter.
Vinum
novum – Mosto, o zumo de la uva tras el pisado. También
en la forma de vino procedente de la primera fermentación de ese mosto.
Vinum
vetus – Vino añejo. En cualquier caso, de una cosecha
anterior a la del año en curso.
Para ilustrar la entrada, os traigo un detalle de un fragmento de mosaico, en el que se representa una parra, con hojas y sarmientos. Se conserva en el Museo Arqueológico de Jerez de la Frontera (Cádiz, España).
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