Ramas y hojas de higuera (pintura al fresco) |
Hace dos días que la sonda espacial Juno alcanzaba Júpiter y se situaba en órbita del mayor planeta del sistema solar, para, girando a su alrededor como uno más de sus satélites, ayudar a las agencias espaciales a estudiarlo mejor.
Pero la Juno romana no era ningún "satélite" de su divino esposo, Júpiter. Y aunque él fuera óptimo y máximo, rey de los dioses y padre de muchos de ellos, Juno era su par y como igual a tres bandas, conformaba junto a él, y a Minerva, la triada de divinidades principales del panteón romano. Ella era reina, madre de dioses y encargada de la gobernanza divina de todo lo relacionado con el principio femenino, tanto celestial como terrenal. Júpiter era el Sol, y Juno, la Luna, los dos astros principales en la Antigüedad, responsables de la organización básica del tiempo. Si a Júpiter se le consideraba perfecto, Juno era perfecta.
- Y menuda era ella - dice Prisca, sin soltar la rueca - Aguantó con dignidad de reina todos los desaires y devaneos de su marido, tan ligerillo de cascos él; pero también se las hizo pasar canutas en más de una ocasión, y sus venganzas y arrebatos de celos fueron históricos,... Está todo en los mitos -
Nuestra amiga Prisca confunde Historia con Mitología, y, como era habitual en su época, los mitos latinos con los griegos.
Hoy, 7 de Julio, se celebra en España el inicio de un festival célebre en todo el mundo, coincidiendo con el día del santo patrono de la ciudad de Pamplona (la Pompaelo de época romana), San Fermín. Como en tiempos de nuestros antepasados romanos, en los festivales se entremezclan lo espiritual y lo lúdico, el culto religioso al santo, con las celebraciones populares (música, gastronomía, tauromaquia), que, al considerarse de alto interés turístico, han dado lugar a que de fiestas locales se haya pasado hoy en día a fiestas multitudinarias, con visitantes procedentes de los cuatro puntos cardinales del planeta.
Este día, en la Roma de nuestros antepasados, estaba dedicado a Juno, en su advocación de Caprotina, y desde muy antiguo, se celebraba con una colorida fiesta, protagonizada por las mujeres de la ciudad, tanto libres como esclavas.
- ¿No era así, Prisca? -
- Sí, hijita. El día de las Nonae Caprotinae toda mujer está llamada a ir a hacer ofrendas a Juno, en su altar del Campo de Marte. Así que todas nos ponemos bien guapas y salimos de los muros de la ciudad para ir hasta allí. Y, claro, los hombres también van, aunque sólo como espectadores, ¿eh?, porque es un día para las mujeres, en honor de la diosa -
- O sea, que es otra especie de fiesta campestre de las vuestras -
- Siii - se ríe por lo bajo - Primero la obligación, o sea, que hay que pasar por el altar para dejar los presentes a Juno, para agradecerle todos sus beneficios, y para pedirle que nos los siga prodigando. Bien tempranito, que en esta época del año, la calor aprieta. Y después, la diversión, con comida, y lo que se tercie, ji, ji, ji, a la buena sombra de las higueras silvestres. Es tradición que las mujeres nos hagamos coronas con las hojas de higuera, y que también se celebre la ancillarum festum, que resulta muy vistosa -
- ¿En qué consistía? -
- Las matronas que tenían sirvientas jóvenes, ése día, las hacían representarlas. Les prestaban ropa y adornos, y las muchachas, porque era cosa de mujeres jóvenes, con energía, se disfrazaban de sus amas y, como si fueran ellas, se enfrentaban unas a otras con ramas de higuera. Y, según la tradición, las ramas transmitían fecundidad a las mujeres -
- Seguramente alguno de nuestros lectores suponga que era un rito para propiciar la fertilidad de las esclavas, pero no era así, ¿verdad, Prisca? -
- Por supuesto, hija. La fertilidad se pedía para todas las mujeres, daba igual su condición social. Pero en el caso de esta tradición, ya os he dicho que las esclavas iban disfrazadas de sus amas. Vamos, que hacían de vicarias de las señoras, para que ellas no se despeinaran en el vareo,... no fueran a perder las horquillas del moño, ja, ja, ja... Era muy divertido, y las muchachas se lo pasaban en grande, correteando unas detrás de otras, a varetazo limpio -
Así que, queridos lectores, las Nonae Caprotinae eran, en tiempos de nuestras novelas, una mezcla de tradiciones religiosas y de magia propiciatoria de la fecundidad, de ritos religiosos, de supersticiones diversas, de "deporte" femenino (algo así como "esgrima con vareta de higuera") y de comida campestre,...
- Y de lo que se tercie, bonita, y de lo que se tercie, que bien sabido es que la sombra de las higueras induce al fornicio, y, en tratándose de una fiesta para conseguir fertilidad, ... pues había que aprovechar la ocasión, que la diosa lo veía con buenos ojos -
GLOSARIO
Nonae Caprotinae - Nonas de Juno Caprotina. Se celebraban el 7 de Julio.
Caprotina - Una de las advocaciones de la diosa Juno, en su faceta de propiciadora de la fertilidad femenina.
Ancillarum festum - Fiesta de las esclavas (ancilla/esclava o sirvienta; festum/fiesta, celebración festiva)
Para ilustrar esta entrada, os traigo un detalle en el que se ven ramas y hojas de higuera, procedente de un bello mural pintado al fresco, de Pompeya (Nápoles, Italia).
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