El Rapto de las Sabinas, por Nicolás Poussin.
El día 21 de agosto, nuestros antepasados romanos celebraban las Consualia de verano. El día estaba consagrado a una antigua divinidad, Consus, "el despensero", que, según arcaicas tradiciones velaba por que las despensas, hórreos y almacenes de los romanos estuvieran siempre llenos. En el mundo antiguo, tan dependiente de las cosechas, llevarse bien con Consus se convertía en algo primordial para la supervivencia.
Alguno se preguntará el porqué de ilustrar la entrada con semejante cuadro, una bonita interpretación de una de las leyendas fundacionales romanas, la del rapto de las sabinas, obra de Nicolás Poussin en el siglo XVII. La respuesta es que Consus tuvo algo que ver en el asunto. Para saber qué y hasta qué punto podríamos considerarlo un dios "casamentero", así como para saber todos los detalles sobre las Consualia, os dejo a continuación el enlace con la entrada en la que nuestros personajes nos lo contaron, que se titula "Coronas de flores para los caballos y el rapto de las sabinas".
https://teresapiquetescritora.blogspot.com/2016/08/coronas-de-flores-para-los-caballos-y.html
Y ahora, Sereno y yo vamos a seguir todavía un rato con la traducción de sus manuscritos ;)
- A ver si nos dejan, Flaquilla - me dice el narrador de nuestras historias, que acaba de ver por el rabillo del ojo como su asistente llega desde el pasado.
- Esto, señor,...
- Dime, Marciano... ¿Para qué has venido al futuro?
- Pues para pedirte permiso para ir a la ciudad...
- ¿A la ciudad?... ¿A unirte al jolgorio?
- No, no... A ver si encuentro algún puesto de flores que todavía esté abierto.
- ¿Por qué rayos de Júpiter?
- Porque Filis, tu mula, se ha comido la guirnalda que le puse esta mañana... Y sería una pena que fuera la única mula sin adornar... ¿No te parece, señor?
- ¡Anda, anda!... ¿Qué estarías tú haciendo para que la mula se haya comido la guirnalda sin que te percataras de ello para impedirlo?
- ¿Yooo? Nada, señor. Ocupándome de mis tareas. Te lo juro por el Niño Hércules bendito.
- No jures tanto en falso, que un día alguna divinidad se va a enojar y no te arriendo las ganancias... Anda, vete a la ciudad.
- ¡Le voy a poner a tu mula la guirnalda más bonita que encuentre! - promete Marciano saliendo a la carrera hacia el pasado.
- ¡Qué te diviertas! - le despide Sereno - Y no bebas mucho, no vayas a acabar durmiendo la curda en la cuneta de camino a la fortaleza.
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