LEMURIAS
Queridos lectoras y
lectores:
En el tiempo de
nuestros antepasados romanos, estaríamos en plenas Lemurias, pues, como ya
tuvimos ocasión de comentar el año pasado, el mes de mayo era para ellos un mes
funesto y varios días estaban consagrados a los difuntos.
Para los que quieran
más información, al final os relaciono los títulos de las entradas que
dedicamos en 2016 a las Lemurias, y que se pueden encontrar en el archivo del
blog.
Hoy, haciendo honor a
las celebraciones romanas, vamos a dedicar la entrada a los personajes muertos.
A esos personajes que, como en toda novela policíaca, aparecen muertos al
principio, desencadenando la acción, o bien van cayendo a lo largo de la misma,
conforme las Parcas van cortando los hilos de su existencia, que diría nuestro
amigo el tribuno Galo.
El
civil muerto en el foso. Como habréis leído en la sinopsis
de la novela, la aparición de un hombre muerto en el foso de la fortaleza va a
ser el desencadenante de las investigaciones de nuestro narrador, el centurión
Sereno. El fallecido vestía uniforme militar, pero resultó ser un civil, del
que, poco a poco, a lo largo de los capítulos y las pesquisas, iremos
conociendo su identidad, qué había ido a hacer allí, por qué había muerto y
quién le había asesinado.
El
legionario T. Moderato. Legionario, con 17 años de
servicio, de la Legión VI Lepidina. Al principio, todos creían que el hombre
muerto del foso era él, ya que no había regresado después de un día de permiso
en la ciudad; e incluso el civil fue enterrado en su lugar. Tras averiguarse la
identidad real de ése, los restos de Moderato se consignaron como
desaparecidos. Al acabar la novela, seguían sin aparecer, así que será un muerto
cuya sombra visitará otras entregas de la serie.
El
legionario P. Rufio. Un joven recluta recién llegado a la
Legión X. Se había alistado con muchas aspiraciones, y seguramente hubiera
preferido caer en combate a morir asesinado por haber sido testigo de un
crimen. Estaba, como se suele decir, en el lugar equivocado, en el momento
menos oportuno,… pero también él mismo se las apañó muy bien para complicar las
cosas.
Los otros muertos
Conforme avanza la
acción de la novela, nos enteramos de la muerte de otros dos personajes,
ocurridas en el año anterior a la llegada de Sereno a la Legión X.
C.
Vesper, curator. Un buen hombre. Había sido
el suboficial responsable de una de las turmas del ala de caballería destinada
junto a las legiones, y, supuestamente, había fallecido por accidente, al
caerse del caballo. No obstante, había quien sospechaba que su muerte no había
tenido nada de accidental.
P.
Crescens, mulomedico. Un hombre cuyo carácter lo hacía
muy impopular. Veterinario especializado en caballos. Falleció estando
destacado en una turma de caballería que no era la suya. Supuestamente, también
había fallecido por accidente. Y también había quien
sospechaba que su muerte no había tenido nada de accidental. Dado su talante y
su habilidad para crearse enemigos, a casi nadie le extrañó que eso fuera
cierto. No obstante, había un buen número de hombres dispuestos a vengarle.
Otros personajes que
ya habían fallecido cuando empieza la novela
Los
personajes históricos. En la novela se mencionan a
personajes públicos de la, entonces, historia reciente de Roma, que ya habían
fallecido antes de comenzar la acción de “Caballos de Octubre”, como el senador
(y cónsul) Cicerón, la reina Cleopatra VII de Egipto o el triunviro Marco
Antonio. Y, por supuesto, el triunviro y dictador vitalicio Julio César.
El
centurión T.Q. Mariano. Fue el instructor y oficial al
mando de la centuria donde nuestro narrador, Sereno, había sido incorporado al
alistarse en la Legión VII Paterna durante las guerras civiles del final de la
etapa republicana romana. Junto a él, Sereno había luchado, se había formado
como militar y, finalmente, había ascendido a optión (el suboficial que ejerce
de segundo en la cadena de mando en cada centuria).
Personajes muertos
desde que abrimos el blog
Sí, en el blog también hemos registrado ya una baja en el elenco de personajes.
Calvisia
Valentina. Esposa de uno de los colonos
residentes en Norba, falleció en las Floralia, al caer desde una ventana a la
calle. Durante las Lemurias siguientes, mientras sus familiares la velaban, su
fantasma se apareció en varias ocasiones, acusando a su esposo de haberla
asesinado.
En el blog pudimos
seguir en directo durante varios días los sucesos de esas Lemurias, en las que, como en
las de este año, el tiempo pasó de cálido y primaveral a estar sacudido por
tormentas y aguaceros. Para los que os lo perdisteis y para los que queráis
volver a recordarlo, las entradas son las siguientes:
“Crimen entre las
flores”
“Hasta las mejores
familias tienen un lémur en casa”
“Una historia de fantasmas”
“Noche de fantasmas”
“Fantasmas que no
aparecen, otro enredo divino y una familia que se perdió por la tauromaquia”
“Un lémur esquivo y
recuerdos de Lemurias pasadas”
“Resaca de Lemurias:
un espíritu codicioso y mucho teatro”
Como dijimos al principio, están en el archivo del
blog, en el mes de mayo de 2016. También se pueden localizar con la etiqueta
“Crimen y castigo”.
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