Plaza de las Flores, Cádiz, España |
- ¿Quién nos lo iba a decir a nosotros?, ¿eh, contubernales? - pregunta el centurión Silvano - ¿Quién se podía imaginar que pasados dos mil años iba a estar el mundo como está?
-¿Eso es lo único que se os ocurre? - se extraña Galo - El monumento a un prócer de nuestra época junto con esos adornos que ilumina la "electricidad", y no se os ocurre decir otra cosa...
- ¡¡¡Io, Saturnalia!!!- vociferan a coro varios de los centuriones, que están en mi cocina, bebiendo vino dulce, mientras Plácido prepara la cena.
- No te comas las aceitunas de los entremeses, Primitivo - le regaña Plácido.
- No te pongas pesado con tus cosas de filósofo, Sanidad, que hoy es festivo - le dice Cornificio, pasando por su lado para ir a la cocina a por una copita de vino - ¡Plácido! ¿Cuándo se cena en esta casa?
- Somos unos impresentables - dice el aquilifer, Prisco Unojo - No le hemos dado ningún presente a nuestra amiga Flaquilla, hermanos.
- Los traía Quadrato - le dice Martino, encogiéndose de hombros y yendo hacia la cocina - Ponme una copita a mí también, Silvano.
- Ya llego, hermanos - dice el centurión Quadrato, que entra en el salón cargado con un fardo - A ver - lo deja en el suelo, lo abre y empieza a sacar: - Guirnaldas, coronas de hiedra, muñequitos para los niños, velas para Flaquilla y los frutos secos para el postre.
- Aquí no hay niños - dice Casca, riendo entre dientes - Te has vuelto a equivocar de casa, Quadrato.
Quadrato se encoge de hombros y sigue poniendo velas y más velas sobre la mesa. - ¿Me pasa alguno un yesquero?
Le acerco una caja de cerillas: - Con esto acabarás antes de encenderlas - le digo.
- ¡La modernidad! - me dice, sonriendo mientras enciende una cerilla y va prendiendo las velas.
- ¡¡¡A cenar!!! - vocifera Plácido, cantarín, desde la cocina.
- Espera, leches, que no me ha dado tiempo de encender las velas para nuestra anfitriona, ni a poner las guirnaldas.
- Te ayudo - se ofrece Sereno, cogiendo una guirnalda y tratando de desenrollarla sin que se le caigan las flores.
- ¡Io, Saturnalia! - canturrea Martino, festivo, colocando coronas de hiedra a unos y otros sobre la cabeza.
- ¿Cuántas copas te has tomado antes de venir, contubernal? - le pregunta Sereno, levantando una ceja.
- ¿Qué más da? - ríe Martino, jugueteando con la corona, que se quita y se pone en la cabeza - ¡¡Saturnalia!!
Hoy, amigos y lectores, 17 de diciembre, en los tiempos en que vivieron nuestros personajes, se celebraban las fiestas de Saturnalia, algunas de cuyas tradiciones, cenar en familia o con amigos, intercambiar regalos, dar juguetes a los niños, encender velas o adornar las casas, se siguen manteniendo hasta hoy, asimiladas e integradas en las costumbres cristianas de las celebraciones de Adviento y Navidad.
Os dejamos un pequeño obsequio, propio de esta época del calendario: un bonito vídeo, que nos ha remitido un amigo, elaborado para un concurso fotográfico sobre caballos. En él podréis ver muchos preciosos caballos de pura raza española... Aunque, ojo, no todos los caballos que aparecen en el vídeo son caballos españoles. ¿Os atrevéis a decir a qué razas equinas pertenecen? Podéis ponerlo en los comentarios, o enviar vuestras respuestas a través del formulario de contacto (sí, ése que está a la derecha de la pantalla).
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