PRESENTÁNDONOS EN CÓRDOBA

Córdoba, España (Foto: T.Piquet/2017)

 El pasado día 17 de febrero, la Legión X hacía su entrada en la bella ciudad de Córdoba.
Ésta, en sus tiempos, se llamaba Corduba y era la capital de la Hispania Ulterior. Los que ya habéis leído la novela,- y los que la estáis empezando a leer -, os habréis percatado de que, dada su importancia en la época, aparece mencionada constantemente.
Protagonista, pues, de nuestras novelas, la ciudad todavía conserva vestigios de aquel brillante pasado, como puede verse en la columnata del templo romano de la fotografía con que iniciamos esta crónica.

Palacio del Bailío (Córdoba, España) (cortesía BVA)

Nos recibían con los brazos abiertos en la BVA (Biblioteca Viva de al-Andalus), gestionada por la Fundación Paradigma, que tiene su sede en una de las hermosas casas-palacio cordobesas, el Palacio del Bailío, situado en uno de los más encantadores rincones del casco antiguo de la ciudad.

Invitación difundida por la Fundación Paradigma

Allí,  "Caballos de Octubre" se integraba dentro del programa de febrero del ciclo "Leer en la BVA", y teníamos el honor de ser presentados por el profesor de la Facultad de Filología de la Universidad de Córdoba, José Ramírez del Río.

Fue una tarde muy agradable, que empezamos temprano, visitando la tienda de Librería Luque, en su bonito y bien surtido local de la calle Jesús y María, donde todo el que lo desee puede adquirir la novela.

Diario de Córdoba (sábado, 18-02-2017)

Una vez en el Palacio del Bailío, atendimos a la prensa, ya que el Diario de Córdoba había enviado a un reportero gráfico. Una de las fotos que tomó acompañaba a la nota publicada en su Sección de Cultura del día siguiente.

Palacio del Bailío (Foto T.Piquet/2017)

Después disfrutamos de una visita guiada por el palacio, con la que el patronato acogió a los asistentes más tempraneros.

Palacio del Bailío (foto: T.Piquet/2017)

Palacio del Bailío (foto:T.Piquet/2017)

Llegada la hora prevista, la presentación tuvo lugar en la bonita y cómoda sala de actos y conferencias de la BVA.

Vista de la sala de actos y conferencias de la BVA (cortesía BVA)

El profesor Ramírez abrió el acto presentándome a la concurrencia y haciendo una introducción a la novela. Dado que la mayoría de los asistentes eran estudiantes de la Facultad de Filología, orientamos la presentación hacia ellos. Primero, hablé, para todos los públicos, sobre las principales características de "Caballos de Octubre" y de la serie en la que se integra, "Un inquisidor en el fin del mundo", con referencias directas a su contexto histórico. Seguidamente, el profesor Ramírez y yo, departimos sobre la cuestión de la "novela de género"; sobre la novela histórica y el sub-genero "de romanos"; sobre la novela negra, y sobre la originalidad de enfoque de la obra, con sus múltiples facetas. El tono fue distendido, dinámico y cargado de buen humor, que se contagió al público, que rió, encantado, tanto como nosotros, de forma que cerramos el acto con un animado turno de preguntas, bastante pasada la hora prevista.

Librería Luque montó un pequeño stand para la venta de ejemplares, atendido por la amable y eficiente Esther, que nos hizo unas fotos.

Stand de Librería Luque en la BVA

La autora y los libros, en el stand de Librería Luque

Como era viernes, para celebrar la buena tarde que habíamos pasado, continuamos con el coloquio delante de unas copitas de vino de Montilla-Moriles en un bonito bar del centro de la ciudad.

Los lectores y los libros (foto: T.Piquet/2017)

AGRADECIMIENTOS

A la Fundación Paradigma y al patronato de la BVA, - en las personas de María Jesús Viguera, catedrática y académica de la Real Academia de la Historia, y de José Ramírez del Río, profesor titular de la Universidad de Córdoba -, por acogernos en su sede y en su biblioteca, en cuyos estantes figuran ya obras del fondo de la editorial GoodBooks, donadas al efecto por nuestro editor, Alberto Pertejo-Barrena.
 A Librería Luque, por su eficaz gestión de las ventas y por ser el lugar para encontrar "Caballos de Octubre" en Córdoba.
Al público asistente, por su interés y su buen humor, y por dedicarnos la tarde de un viernes.
Al personal de la BVA, por aguantarnos hasta tan tarde,... pero es que estábamos tan a gusto y nos lo estábamos pasando tan bien, que hubiéramos seguido allí otro par de horas más.
Y, por supuesto, a Pepe y Vicente, por la complicidad, las risas y los comentarios, siempre atinados. (Por cierto, mis personajes os tienen en proceso de adopción).