martes, 21 de junio de 2016

FIDES (la cítara, la lira, Apolo, Orfeo, Nerón y una banda de música)

Mujer tocando una cítara
DÍA INTERNACIONAL DE LA MÚSICA
Para celebrar el Día Internacional de la Música, os traigo un fragmento de un fresco procedente de Pompeya (Nápoles, Italia), en el que puede verse a una muchacha tocando una cítara.

Este instrumento de cuerda pulsada fue "importado" de la cultura musical griega, y se conocía tanto por su nombre griego (latinizado), cithara; como por el nombre latino de fides, el mismo que servía también para denominar a otro instrumento de cuerda similar y muy popular en la Antigüedad, la lira (lyra).
Según la tradición mitológica, Hermes, para resarcir a Apolo de una de sus jugarretas, había inventado y construido para él un instrumento musical, utilizando un caparazón de tortuga como caja de resonancia. Ésta habría sido la primera lira, convirtiéndose en uno de los objetos simbólicos de Apolo, dios tutelar de la música y la poesía (pues se recitaba o cantaba con el acompañamiento de una lira), que enseñó a los hombres. El más famoso maestro lírico entre los mortales fue Orfeo, cuyo arte con este instrumento, según la leyenda, era capaz de amansar a las fieras.
Por otra parte, tanto la lira como la cítara formarían parte de la iconografía de varias de las Musas, tan estrechamente ligadas a Apolo, fundamentalmente a Euterpe, Erato y Terpsícore, protectoras de la música, la poesía y la danza.

En la cultura griega la música tenía gran importancia y formaba parte de la educación de los ciudadanos, considerándose "de buen tono" saber tocar, al menos, la lira, cuya interpretación por los comensales era algo corriente en los banquetes. En la cultura latina la música gustaba mucho y, en otras entradas "musicales", - la dedicada a los flautistas en su día; y la del tubilustrium -, ya hemos visto que era imprescindible en lo sagrado y en lo militar. Todos los órdenes sociales solían incluir en la educación el aprender a cantar y a tocar algún instrumento musical, sin hacer distinciones entre hombres y mujeres. Aunque, eso sí, nadie perteneciente a las "primeras clases" se dedicaría nunca a la música como profesión, reservándola los más aficionados para los ocios privados, en familia o entre amigos. Sólo el princeps Nerón, melómano donde los hubiera, dio recitales en público, teniéndose noticia de que cantaba mientras se acompañaba de diversos instrumentos, que tocaba con maestría. Sí, queridos lectoras y lectores, podéis ir desterrando la imagen de Peter Ustinov tocando una lira de "cartón piedra" y mucho dorado, desafinando horrorosamente en la película Quo vadis?. Su personaje en el reparto era el de "villano ridículo", pero él, con muchísimo arte, consiguió convertirlo en lo mejor de la película, y, probablemente, en el mejor Nerón de Hollywood. Aunque "pasado de vueltas" y nada verosímil, porque, cine aparte, el Nerón real tenía buenas aptitudes para la música instrumental y el canto. Las críticas de sus detractores, en lo relativo a la música, derivaban de que no era "de buen tono" que el primer hombre del estado perdiera el tiempo dando serenatas, como si fuera un músico cualquiera. La música profesional no estaba considerada como un oficio honorable en Roma, así que quedaba para instrumentistas extranjeros, que nada tenían que ver con el concepto de honorabilidad profesional romano; plebeyos pobres, para los que era un oficio honesto y mejor que otros para ganarse la vida; libertos de bajo rango y poco poder adquisitivo, que también lo tenían como un buen empleo; y esclavos, que trabajaban en lo que les había tocado, o en lo que habían demostrado habilidad.

Cuando les he dicho a mis personajes que hoy es el Día Internacional de la Música, me han ofrecido enviarme a los chicos de la banda de música, para que toquen alguna tonada alegre para acompañarme en la celebración. Temiendo la reacción de mis vecinos ante una banda militar en pleno, tocando a todo volumen en la azotea, y sabiendo que lo único que de verdad quieren es librarse de ellos y de sus ensayos por un día, he hecho lo propio y me he librado del compromiso, diciéndoles que hoy era una fiesta sacratísima por aquí, y que las trompetas, las gaitas, los cuernos y los tambores no eran lo más apropiado.
Para los que celebren la Noche de San Juan y la llegada del Verano, ¡a disfrutar!,... y si es con buena música, pues mejor. El Sileno dice que él se apunta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario