El 17 de diciembre se celebraban las festividades en honor a Saturno. Si bien al principio era sólo este día el que estaba consagrado, con el paso del tiempo, las celebraciones se fueron prolongando, de forma que las Saturnalia y su ambiente festivo duraban varias jornadas.
Esperaba que alguno de nuestros antepasados estuviera hoy por aquí para contarnos algo sobre estas fiestas tan entrañables, pero todos están de celebración,...
- ¡¡¡Saturnalia, muñeca!!! -
Eso me han dado por respuesta cuando les he convocado,... Se oían risas de fondo y sonidos familiares de reunión alrededor de una buena mesa.
En Saturnales todo se dejaba a un lado,... dejémosles, pues, celebrarlas a gusto. Ya nos contarán.
¡Felices Saturnalia, queridos!
¿Qué opinarian los iberos de las fiestas de los romanos?. ¿Que pueblo sería el más ocioso de la antigüedad?.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Estimado Ángel:
ResponderEliminarLa verdad es que no lo sabemos, porque no ha llegado hasta nuestros días ninguna fuente histórica en la que haya información sobre este asunto. Puestos a suponer - insisto, sin base histórica fidedigna -, y teniendo en cuenta que la naturaleza humana no ha cambiado nada en un par de milenios largos, posiblemente los primeros en contemplarlas mirarían con curiosidad aquéllas que fueran menos similares a las propias, y les parecerían exóticas. Después, con el tiempo y la vecindad, como dice nuestro Sileno, se unirían a la fiesta.
En cuanto al ocio, en la Antigüedad, querido lector, la mayoría de la gente tenía que trabajar todos los días, para mantenerse y poder salir adelante. Ociosos había, pero no era una cuestión de pueblos (ya te refieras a "culturas", "civilizaciones" o "etnias"), sino de clases o de órdenes sociales: cuanto más arriba en la escala social, más tiempo libre. Aquí, no obstante, habría que hacer una salvedad, ya que en algunas corrientes morales, éticas y/o filosóficos antiguas la ociosidad estaba mal vista; y, aunque no se necesitara trabajar para comer, el tiempo debía estar ocupado en labores que se consideraran dignas de la posición social de la persona en cuestión.
Un saludo,
T.PIQUET