domingo, 17 de abril de 2016

SALTA LA LIEBRE, CORRE EL GALGO

Lebrel cazando (MNAR, Mérida, España)
Como dice el refrán, cuando menos lo esperas, salta la liebre. Y el salto de la liebre siempre hace correr a los galgos. Como al pequeño lebrel de la imagen de la derecha, que ha conseguido acogotar a una liebre de buen tamaño.
Por la relación de tamaños entre perro y presa que el pintor nos presenta, se trataba de una variedad de lebrel de talla más bien pequeña, aunque de formas totalmente compatibles con la morfología actual de los galgos. Podríamos considerarlo, pues, como parte de los lebreles pequeños que han llegado a la actualidad representados por los lebreles italianos. Una peculiaridad de este antiguo lebrel residía en sus orejas, muy largas (en relación con la longitud de la cabeza) y puntiagudas. Por otra parte, su pelaje, barcino, con sus características marcas atigradas, sigue siendo también hoy en día una de las capas más comunes entre los galgos españoles.

Este amiguito cazaba por tierras de lo que hoy es Extremadura hacia el siglo IV (después de Cristo), pues así lo representó un pintor, en el fresco con escenas de cacería que decoraba las paredes de una casa de Emerita Augusta (hoy Mérida, España). Cierto que lo retrataron unos cuatrocientos años después de la época en la que tienen lugar nuestras novelas, pero no nos hemos resistido a enseñároslo, queridos lectoras y lectores, como ejemplo de que en las Hispanias seguía habiendo la misma afición a la caza con lebreles que siglos antes, y que había personas que los consideraban dignos de adornar las estancias de sus hogares.

El fresco original se conserva en el Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) y procede de excavaciones arqueológicas realizadas en la propia ciudad de Mérida, sede del museo, que fue la antigua Emerita Augusta, capital de la provincia romana de Lusitania, en la Hispania Ulterior. Museo y ciudad dignos de más de una visita, por la extraordinaria calidad y belleza de las obras de arte y los monumentos que conservan. La imagen es un fragmento de una fotografía de J.A. García, para un artículo publicado por M. Darder y G. Ripoll en la Revista de Arqueología, en 1989, en el que aparecían varias escenas de caza de la Antigüedad Tardía, ilustrando su trabajo sobre los caballos en esa época.

No hay comentarios:

Publicar un comentario